Foca leopardo, el leopardo marino del océano Glacial Antártico

El leopardo marino (Hydrurga leptonyx) es un mamífero de gran tamaño que se encuentra en la Antártida. Caracterizado por un cuerpo esbelto manchado como el leopardo, un gran cuello y una mandíbula grande enfocada a la caza, esta foca se alimenta de otras focas.  El leopardo marino es un mamífero carnívoro perteneciente a la familia Phocidae cuyo nombre científico es Hydrurga leptonyx puede ser traducido como trabajador del agua con garras pequeñas. La voz Hydrurga significa trabajador del agua y la voz leptonyx significa pequeñas garras. También es conocida comúnmente como foca leopardo. Es la segunda foca más grande de la Antártida y la única especie que pertenece al género Hydrurga. La foca leopardo es un cazador nato del océano Glacial Antártico.

Características de la foca leopardo

La principal característica de la foca leopardo es su corpulencia. Se trata de una criatura grande y musculosa, en especial en la zona superior del cuerpo. También destaca por su gran cabeza que, a diferencia de otras especies de focas, tiene un cráneo que recuerda al cráneo de ciertos reptiles. Esa cabeza y esa mandíbula le dan una ventaja competitiva cuando se trata de capturar presas y por eso es el principal depredador de su hábitat. Otro rasgo distintivo es su piel que es clara en la zona ventral pero más oscura en los costados y en la zona dorsal. Además, esa piel cuenta con unas motas que recuerdan a las motas de ciertos felinos, por ellas se les conoce como leopardo marino. Aunque tienen una apariencia muy distintiva, con frecuencia, las personas suelen confundirlas con otras especies de focas, a saber:

  • Leptonychotes weddelli o foca de Wedell
  • Lobodon carcinophagus o foca cangrejera

Los biólogos estudiosos de las focas explican que la mejor forma de reconocerlas es observando sus cabezas, su mandíbula y sus aletas. El tamaño no es un aspecto que pueda ayudar a distinguirlas, en especial cuando se trata de diferenciar a la hembra del macho pese a que las hembras por lo general alcanzan un mayor tamaño, pueden llegar a crecer hasta cuatro metros y pesar de quinientos a seiscientos kilos;mientras que los machos crecen hasta los tres metros con ochenta centímetros y pesan como máximo trescientos veinte kilos.

El leopardo marino, a diferencia de otras focas, tienen unas aletas delanteras largas que le proporcionan una ventaja tanto para realizar giros rápidamente como para incrementar su velocidad, sumado a su enorme mandíbula le convierte en un predador eficaz en el agua.

Teniendo en cuenta que se trata de un carnívoro depredador, la mandíbula de la foca leopardo juega un papel importante en su supervivencia. La boca del leopardo marino es grande, al punto que parece desproporcionada si se le compara con su cabeza y cuerpo. Sus dientes delanteros son agudos, largos y fuertes;sus dientes traseros funcionan como un tamiz que sirve para capturar pequeños crustáceos en el agua.

En el aspecto sensorial los leopardos marinos cuentan con ojos pequeños y unos bigotes cortos que utilizan para percibir el movimiento que ocurre en el entorno. Estos bigotes funcionan en conjunto con el oído interno. Esta especie no cuenta con orejas como los otros mamíferos, su aparato auditivo se compone de un oído interno que se conecta a una salida a través de un canal. La razón por la cual estos mamíferos carecen de orejas está en la evolución. El sistema auditivo de una foca leopardo está diseñado para funcionar de forma eficiente incluso bajo el agua, eso le permite ubicar las presas con mayor facilidad.

Alimentación de la foca leopardo

Estas criaturas habitan en una zona de difícil acceso a los humanos, de forma tal que los científicos han podido observar a una foca leopardo cazando en pocas oportunidades. Se sabe que es un carnívoro que se alimenta de distintos tipos de presas, grandes y pequeñas, que se definen en función de la madurez del animal y en los adultos en función de la disponibilidad estacional y distributiva. Los ejemplares más jóvenes comen principalmente pequeños crustáceos, en especial los Eufausiáceos, pero también comen moluscos y pescados. La forma de atraparlos es buscando concentraciones de estos organismos y a continuación pegar una bocanada de agua que filtraran a través de las hileras de dientes quedándose solo con los crustáceos. Conforme crece, el leopardo marino mejora sus habilidades cazando y comienza a capturar presas más grandes. Es uno de los principales depredadores de los pingüinos, también suelen capturar ejemplares jóvenes de pinnípedos (crías de focas), focas adultas de otras especies más pequeñas e incluso pueden llegar a comer carroña. Esto indica como hemos comentado que la alimentación de estos animales, es de tipo estacional, adaptándose a la disponibilidad de alimento.

Hábitat de la foca leopardo

La foca leopardo vive en las aguas que rodean el continente antártico y suele emigrar a las islas de los alrededores. Puede encontrarse en Argentina, Chile, Brasil, las costas del sur de Australia, Nueva Zelanda y Sur África, pero la mayor cantidad de especímenes se encuentra en las masas de hielo de la Antártida. Los biólogos estiman que existen entre doscientos mil y cuatrocientos mil especímenes. Por eso la foca leopardo no se considera una especie en peligro de extinción.

Reproducción

La reproducción es otro aspecto que, dadas las condiciones del hábitat, no se ha podido estudiar de forma exhaustiva y por eso es mucho lo que se ignora al respecto. Estas focas alcanzan la madurez sexual a los cuatro años. Se comunican a través de llamadas, conocidas como vocalizaciones. El sonido juega un papel importante en el comportamiento de la especie. Son unas criaturas solitarias que viven separadas y que hacen llamadas para atraerse. Los machos emiten sonidos para atraer a las hembras, estas también vocalizan para anunciar que son sexualmente receptivas. Aunque a la fecha ningún biólogo ha podido observar el apareamiento de estas focas se cree que ocurre en el agua. De lo que sí se tiene certeza es que son polígamos, los machos se aparean con varias hembras por temporada.

Las crías de foca leopardo nacen durante el verano que en el hemisferio sur se da de diciembre a febrero. Una hembra da a luz a una sola cría. Las hembras suelen parir a sus crías sobre el hielo en unos agujeros que hacen especialmente para que sean el refugio de los cachorros. Una foca leopardo 'bebé' al nacer puede medir de un metro a un metro y medio y pesar hasta treinta y cinco kilos. Los machos no participan en el cuidado y la crianza de las crías, una vez fecundan a las hembras vuelven a su vida solitaria. Las hembras amamantan a sus cachorros por aproximadamente un mes, luego los leopardos marinos destetados comienzan a alimentarse con crustáceos.

La foca leopardo y el hombre

Esta especie es conocida como la foca leopardo mata personas porque se hicieron populares las historias de los primeros exploradores de la Antártica. Esas historias cuentan como algunos expedicionarios (los primeros hombres occidentales que llegaron a la Antártica) fueron atacados por el leopardo marino. Los biólogos expertos en la conducta de la foca leopardo explican que se trata de un animal salvaje, que representa un potencial riesgo para los humanos. Los ataques a las personas son comprensibles puesto que es un animal territorial que no está habituado al contacto con el hombre. Los científicos también señalan que, pese a esto, los ataques de las focas leopardos son poco frecuentes. De hecho, solo existen tres casos documentados de ataques: dos que ocurrieron en el siglo XX y uno más reciente que ocurrió en el 2003. Este último ataque es el único con consecuencias mortales. También existen registros de interacciones positivas entre los leopardos marinos y los hombres. Un caso documentado es el del fotógrafo Paul Nicklen que tuvo un encuentro con una foca que le mostraba pingüinos capturados, los expertos creen que el animal intentaba enseñarle al fotógrafo a cazar.