Escarabajos aceiteros o carralejas (Meloe)

Los escarabajos aceiteros, géneros Meloe, Bermeromeloe y Physomeloe, están englobados dentro de la familia Meloidae. Las especies de estos 3 géneros identificados con la palabra ‘-meloe’, son unos coleópteros conocidos principalmente por su capacidad para segregar una sustancia irritante parecida al aceite y que puede producir ampollas en la piel. Por tal razón, en algunos lugares del mundo estos escarabajos también son conocidos como escarabajos ampolla. Esa sustancia aceitosa se denomina cantaridina y es similar a la miel, de ahí que el nombre científico de la especie (Meloe) haga referencia a esa particularidad de la sustancia.

Estos insectos tienen un ciclo de desarrollo complejo, lo que quiere decir que antes de alcanzar la fase adulta atraviesan distintas fases larvarias. Según los entomólogos las larvas de los escarabajos aceiteros son insectívoras, con frecuencia se cree que son parásitos porque suelen esconderse en las colonias de abejas para alimentarse del polen. Pero los biólogos especialistas explican que no pueden ser clasificados como especies parásitas porque su dieta no se basa de forma exclusiva en las provisiones que obtienen en las colmenas de las abejas. Conforme van creciendo los escarabajos aceiteros dejan de alimentarse de insectos para alimentarse de plantas, específicamente de hojas tiernas y flores.

Toxicidad de los escarabajos aceiteros

Los escarabajos aceiteros segregan una sustancia tóxica, la cantaridina, componente que irrita la piel y produce grandes ampollas. Si se ingiere el aceite que segregan estos escarabajos pueden presentarse algunas reacciones desfavorables. En algunos lugares del mundo donde se cultiva pasto y heno para alimentar a los caballos han desarrollado algunas técnicas para evitar aplastar a los escarabajos aceiteros durante la cosecha. Los especialistas señalan que un caballo puede morir si consume alfalfa o heno que ha entrado en contacto con el aceite de varios escarabajos. Este veneno al entrar en contacto con la piel o las mucosas humanas produce reacciones locales que varían de individuo a individuo. En la mayoría de los casos la piel de las personas afectadas se irrita. Los biólogos explican que no es posible el envenenamiento de humanos por contacto cutáneo con la cantaridina. La reacción más común suele ser una dermatitis local (piel enrojecida, inflamada, comezón, sensación de ardor). Pero si puede producir efectos más severos si se ingiere en grandes cantidades como ya comprobaron algunos médicos en el siglo pasado, con el objetivo de investigar sus propiedades curativas. Algunas veces la dermatitis no aparece de forma instantánea sino veinticuatro o cuarenta y ocho horas después del contacto con la segregación del escarabajo. Los síntomas desaparecen en una semana, en la mayoría de los casos. Una herida producida por uno de estos insectos puede ser tratada en casa. Los médicos recomiendan lavar la zona afectada con agua tibia y jabonosa, utilizar compresas de agua fresca y aplicar algún tópico antibiótico para evitar infecciones.

Géneros de aceiteras y carralejas

Existen miles de especies de escarabajos aceiteros que se caracterizan por tener un abdomen pronunciado (en algunas especies más abultado casi desproporcionado, en otras más alargado y proporcional) y un caparazón robusto. Algunas especies tienen el cuerpo cubierto por colores oscuros mientras que otras tienen pigmentos llamativos en su exoesqueleto. El color llamativo de los coleópteros meloe (Meloidae) es un indicativo natural que advierte a los posibles depredadores de su toxicidad. Las distintas especies de escarabajos meloe se organizan varios géneros:

Berberomeloe

Los escarabajos aceiteros del género Bermeromeloe se caracterizan por tener un abdomen alargado de forma cónica en el que con frecuencia se observan rayas de colores llamativos (naranja, rojo). Son unos artrópodos de gran tamaño, algunos sobrepasan los ocho centímetros.

Meloe

Las carralejas del género Meloe son de las más comunes y extendidas. Se reconocen por su abdomen redondeado y grande. La mayoría de las carralejas del grupo meloe son de color oscuro. Algunas tienen un exoesqueleto brillante de apariencia robusta y metalizada.

Physomeloe

Los miembros del género Physomeloe también tienen un prominente abdomen con una terminación aguda, que recuerda la punta de una flecha. Los biólogos los describen como insectos de abdomen lanceolado. Algunos escarabajos Physomeloe cuentan con pequeñas marcas de color rojo para advertir a los depredadores del peligro.