La carraleja negra, Meloe tuccsius, es un coleóptero conocido como carraleja negra, curita, aceitunero y fraile. Estos nombres comunes que reciben hacen referencia a la capacidad que tienen de expulsar un líquido denso y maloliente, esta segregación viscosa cuenta con una sustancia química muy irritante al contacto con la piel que recibe el nombre de cantaridina, que tiene propósitos defensivos y ofensivos. Las carralejas negras expulsan este líquido cuando se sienten amenazadas o en peligro.
| Filo y subfilo | Arthropoda Hexapoda |
| Clase y subclase | Insecta Holometabola |
| Orden y suborden | Coleoptera Polyphaga |
| Familia | Meloidae |
| Subfamilia | Meloinae |
| Género | Meloe |
Las carralejas negras son coleópteros bastante fáciles de reconocer. La principal característica de estos es su exoesqueleto que está diseñado con una gruesa coraza con una textura granulada en la parte superior. Además, tienen un abdomen tan grande que parece desproporcionado si se le compara con el tamaño de la caja torácica y la cabeza. Las carralejas negras carecen de alas, tienen tres pares de patas en las que se observan unas garras o pequeños apéndices prensiles y raptoriales. Estos ganchos les permiten a las carralejas negras desplazarse en terrenos difíciles, sujetarse y trepar. Las patas de las carralejas están posicionadas muy al frente, por eso al desplazarse parece que arrastran por el suelo el largo y abultado abdomen. Las carralejas negras no destacan por su tamaño. Estos insectos pueden medir de un centímetro y medio a tres centímetros. Existe el dimorfismo sexual en la especie y es apreciable en el tamaño, las hembras son más grandes que los machos, pero ambos cuentan con el distintivo color negro brillante en todo el cuerpo.
El ciclo vital de las carralejas negras comienza en la temporada primaveral con la ovoposición de los huevos. Las hembras Meloe tuccsius expulsan millones de huevos en el suelo cada primavera, pero la tasa de sobrevivencia de las larvas es muy baja. Una vez las larvas logran salir de los huevos es posible observarlas sobre las plantas floridas. Las larvas suben a las flores con el propósito de esperar a las abejas. Cuando una abeja se acerca a polinizar una flor, las larvas de Meloe tuccius se adhieren a esta (utilizando los apéndices prensiles y raptoriales de sus patas). Así las larvas de carraleja negra llegan a las colmenas donde parasitarán una temporada comiendo el polen, las larvas y los huevos de las abejas. Una vez han alcanzado la fase de ninfa las carralejas negras se marchan de las colmenas. Las carralejas adultas tienen una dieta distinta a las larvas, se alimentan de los retoños de las plantas y de sus flores.
Estos insectos se encuentran en buena parte del continente europeo, el Norte de África, ciertas zonas del Cercano Oriente y Asia. La carraleja negra tiene predilección por los hábitats cálidos y húmedos con vegetación abundante. Son muy comunes en las áreas rurales del Mediterráneo.