El zorro rojo o zorro común es un pariente cercano del perro y del lobo, también conocido como zorro o raposo es un mamífero cánido de medianas dimensiones y cuerpo estilizado.
El zorro común tiene una longitud media entre los 65-75 centímetros más 45 centímetros de cola. Se distingue por tener el hocico afilado, la cabeza ancha, los ojos grandes y las orejas también medianamente grandes y erectas, las patas cortas pero robustas y la cola muy poblada de pelo, acabada en una mancha blanca.
La coloración del pelaje del zorro común varía de un individuo a otro, siendo la más característica la que es rojiza en el dorso y blanquecina por debajo, pero también son frecuentes los ejemplares con el pelaje de color arena o pardo-grisáceo.
Los zorros rojos son de costumbres crepusculares y nocturnas, pasan las horas de sol ocultos en sus escondidas madrigueras, pero no es extraño verlos durante el día cuando está muy nublado o lloviznea. Es un animal sumamente ágil y veloz, capaz de darle alcance a presas tan rápidas como las liebres. Marca sus territorios de caza con orina o excrementos para ahuyentar de allí a los demás animales de su especie.
El Vulpes vulpes hace justicia a su fama de animal inteligente, tanto a la hora de cazar como a la de procurar no ser cazado. Hay muchos casos de cazadores que han puesto cepos para cazar liebre o conejos y han quedado atrapados zorros rojos, y estos animales al ver que no se pueden liberar de tal fortaleza mecánica, se han mordido la parte superior de las patas hasta dejarla en el cepo solo la pata y así liberarse y sobrevivir.
Muchas cazadores o personas amantes de los perros intentan comprar un zorro rojo para domesticarlo ya que se parece mucho a los canidos que tienen en sus casas, pero al tiempo se dan cuenta de que es un animal muy salvaje que no es domesticable, su comportamiento se aleja mucho de los animales domésticos con los que convivimos.
También ha sido muy codiciado por su piel para abrigos de zorro rojo y también disecados por taxidermistas para trofeos y decoración en los hogares.
El zorro rojo tiene hábitos boscosos, ocupa paisajes muy variados, desde zonas abiertas como prados, yermos y cultivos a montañas, incluso más allá del límite de las nieves, como también pueblos y ciudades.
El zorro común caza presas muy veloces como liebres y conejos, gran cantidad de roedores, topos, captura pollos y huevos en nidos, ranas en las charcas y hasta peces, sin desdeñar tampoco la carroña. Su dieta incluye también materia vegetal, desde bayas y frutos, en especial bellotas y hayucos, a frutos hortícolas, semillas y hongos, así como miel. Cada vez con más frecuencia frecuenta los basureros en la cercanía de los pueblos.
Las zorras rojas paren, al abrigo de sus madrigueras y tras una gestación de más de 50 días, de 3 a 8 crías, que nacen ciegas e indefensas. Son amamantadas durante 3 o 4 semanas y empiezan a digerir presas de caza al mes y medio de la vida y al tercer mes ya son independientes.