La medusa clavel es una especie de medusa bioluminiscente muy conocida por su color violeta. En esta guía de pulmones marinos noctiluca mostramos toda la información relacionada con esta especie.
La medusa clavel, Pelagia noctiluca, es una medusa de la familia Pelagiidae que tiene la capacidad de irradiar luz en la oscuridad. No se conocen del todo los detalles asociados a la luminiscencia de este animal. Los científicos creen que la bioluminiscencia en esta criatura no es causada por contracción muscular, como ocurre en otras especies. La hipótesis que manejan los biólogos marinos al respecto explica que la irradiación de luz está controlada por su sistema nervioso central y es una respuesta directa a ciertos estímulos externos como el fuerte oleaje o la turbulencia ocasionada en el agua por alguna embarcación.
Una de las particularidades que más llama la atención de la medusa clavel es su característico cuerpo gelatinoso y trasparente con tonos violeta. Aunque la verdad es que las tonalidades de la Pelagia noctiluca varían de individuo a individuo. Hay medusas de esta especie de color púrpura intenso, otras rosas, incluso es posible encontrar algunas medusas clavel marrones o amarillas. También tienen un tamaño variable, los ejemplares adultos llegan a medir de tres a doce centímetros. Lo que no varía es la forma simétrica de su sombrilla y sus ocho tentáculos.
La comunidad científica conoce a esta medusa como Pelagia noctiluca, este nombre está formado por tres voces latinas, a saber:
Así tenemos que su nombre científico traducido quiere decir: medusa de mar abierto que da luz a la noche y es una perfecta descripción del animal. Esta especie también recibe varios nombres comunes. En español es conocida como:
En inglés se le conoce también con varios nombres comunes, entre los que destacan:
Se trata de una especie que prefiere las aguas marinas cálidas y temperadas. Como su nombre lo indica suele habitar las zonas pelágicas, es decir las aguas que se encuentran distantes de la plataforma continental. En ocasiones pueden encontrarse grandes concentraciones de medusas clavel cerca de la línea de la costa, los científicos explican que esta es una consecuencia de los cambios en el ecosistema que han permitido la sobrepoblación y el acercamiento de la especie a las playas.
El área de distribución de la especie comprende distintas zonas del océano con aguas templadas. Estas medusas suelen encontrarse sobre todo en el Atlántico Norte, al norte del Ecuador, en el Mar del Norte, las costas de la zona atlántica de Canadá, las Costas del Mediterráneo y el Golfo de México. También es común encontrarlas en las costas australianas. Otras zonas donde suelen encontrarse estas criaturas son las costas de California y Hawái, aunque ahí son consideradas unas especies no habituales.
La picadura de la medusa pelagia noctiluca es ocasionada por el contacto con alguno de sus ocho tentáculos que están provistos de cnidocitos o células altamente especializadas capaces de segregar una sustancia que resulta urticante y que, puede provocar dolor incluso si se entra en contacto con la medusa muerta. En años recientes ha aumentado de forma considerable la cantidad de medusas P. noctiluca que se encuentran cerca de las costas, por lo que suelen ser frecuentes los casos de picaduras en especial en bañistas. Si bien la picadura de la medusa clavel es dolorosa, no resulta letal. Entre los síntomas de la picada de este animal se encuentran:
A veces las personas afectadas pueden presentar síntomas como diarrea y vómito. La picadura también puede dejar marcas en la piel que pueden durar por años y existen registros de pacientes que después de la picadura sufren de erupciones cutáneas con carácter recurrente.
En este apartado compartimos algunos datos curiosos de la medusa clavel.