El lirón careto es un roedor mediano de complexión esbelta que mide 15 centímetros de longitud, entre cabeza y cuerpo, más una cola larga y delgada acabada en espátula que mide unos 10 centímetros. Su cabeza es pequeña y el hocico prolongado, orejas medianas y patas relativamente cortas.
El lirón careto presenta una coloración pardo cremosa o grisácea en su partes superiores y blanca en las inferiores, contraste que se extiende a la cola. Recibe el apelativo de careto por el rasgo más característico de su fisionomía, que es la careta o máscara negra alrededor del ojo y bajo las orejas. También muestra manchas de ese color en las patas anteriores.
El Eliomys quercinus es de costumbres casi totalmente nocturnas, e inicia su frenética actividad diaria al atardecer, pero en verano durante los días frescos o nublados puede ser visto antes de esa hora. Es un trepador muy ágil, que baja al suelo para hurgar entre la hojarasca en busca de su alimento, siendo entonces vulnerable al ataque de sus múltiples enemigos, sobre todo rapaces nocturnas, ginetas y mustélidos. Durante el inverno entra en hibernación, de la que despierta de vez en cuando y de forma espontánea.
A pesar de su fama de dormilón, el lirón, en zonas más mediterráneas se aletarga apenas durante 4 meses.
El hábitat del lirón careto son áreas boscosas, en especial bosques caducifolios y húmedos, pero también en bosques de tipo mediterráneo, formaciones arbustivas y laderas rocosas.
El lirón careto se alimenta casi de todo, dependiendo del hábitat que ocupe y de la época del año. Sobre todo, en otoño, se alimenta de materia vegetal, frutos, bayas y semillas, también es un voraz carnicero, captura gran cantidad de insectos, como escarabajos y chinches, y se atreve incluso con pequeños roedores y musarañas, además de pajarillos, en especial pollos no vuelan que captura en los nidos.
El período reproductor del lirón careto se inicia a principios de primavera y es bastante breve. La gestación dura unos 25 días, y la camada la componen hasta 9 crías, pudiéndose producir un segundo parto a finales de verano. Los jóvenes no alcanzan la madurez hasta superada la segunda hibernación.