las abejas producen miel a partir del néctar

Como producen la miel las abejas

Las abejas son los únicos seres vivos capaces de producir miel. Este producto tan versátil, único y apreciado por todos, es producto de la labor de las abejas. El valor que se le da a esta sustancia no está sobreestimado, pues su composición es muy rica y le ofrece innumerables beneficios al hombre.

Entre los componentes más importantes de la miel, cabe destacar los siguientes: vitamina A, vitamina E, vitamina K, vitamina B, carotenoides y ácidos que ofrecen muchas ventajas.

Gracias a la composición de la miel, esta sustancia tiene innumerables usos gastronómicos, medicinales e, incluso, cosméticos. Es por ello, que la miel ha sido utilizada por el hombre desde la antigüedad para suplir necesidades de todo tipo. Entonces, vale la pena comprender cómo es posible para estos pequeños insectos producirla.

Las abejas producen la miel pero esta lleva un proceso que consta de varias etapas que explicaremos a continuación.

La recolección de la materia prima

La primera etapa para saber como producen la miel las abejas se basa en la materia prima necesitan para obtener dicho producto.

La materia prima de la miel es el néctar que se encuentra en el interior de las flores. Para poder realizar miel, las abejas necesitan recolectar este néctar, que cuenta con una gran cantidad de azúcares. Esta sustancia es recolectada de manera muy laboriosa por las abejas, que viajan gran cantidad de kilómetros lejos de su colmena para obtenerla.

Para garantizar la obtención del néctar, con la menor cantidad de esfuerzo, es un grupo de abejas encargadas de salir de la colmena a buscar zonas potenciales para la recolección. Cuando encuentran el área adecuada, estas abejas regresan a la colmena, realizan una danza y vibran de cierta forma en la que le pueden comunicar a toda la población dónde encontrar la sustancia requerida y recolectarla;es decir, estas abejas les dictan a sus compañeras las coordenadas de ubicación de las flores. Entonces, ciertas abejas salen a realizar la recolección según la información de estas guías.

Las abejas encargadas de esta labor se denominan pecoreras o recolectoras, que son abejas obreras que cumplen con la función de recolectar las sustancias en el exterior, debido a que es la labor que les corresponde debido al periodo que se encuentran de su vida. Estas abejas ponen a disposición todos sus sentidos para guiarse durante el vuelo y poder determinar cuándo posarse en una flor.

Gracias a sus órganos fotorreceptores y la habilidad que tienen para ver detalles que son invisibles para el ojo humano, las abejas detectan si una flor tiene o no néctar. Y de esta manera, ahorra tiempo y energía en el proceso de recolección.

La manera cómo las abejas extraen el néctar de las plantas es muy particular;pues lo logran gracias a la composición característica de sus lenguas, largas y retráctiles. La abeja extrae y almacena el néctar en una bolsa especial conectada a su estómago, lo que da inicio al proceso de producción de la miel gracias a que el néctar comienza a combinarse con las enzimas necesarias.

La labor de la recolección de este néctar puede ser ardua y representar un gasto de energía muy alto. Por lo que, si la abeja se siente agotada, puede tomar energía del néctar que ha recolectado y ha ubicado en la bolsa anexa al estómago.

Mediante las enzimas presentes en el estómago de la abeja, el néctar logrará una transformación. Una vez que la abeja ha llenado el espacio de almacenamiento con el que cuenta en esta bolsa, vuela de regreso a la colmena para continuar con el proceso de elaboración de la miel.

Transformación del néctar en miel

Otra de las etapas para entender como producen la miel las abejas es la transformación de la materia prima en el líquido amarillo oro.

Es importante tener en cuenta, que una sola abeja no puede realizar todo el proceso que implica la elaboración de la miel, sino que se requiere a una gran cantidad de integrantes de la colmena para ello.

Cuando la abeja pecorera que ha recolectado el néctar regresa a la colmena, devuelve esta sustancia y la deposita en la boca de otra abeja obrera, que guarda el néctar y también lo mezcla con las enzimas de su sistema para continuar con la transformación. Este proceso se realizará todas las veces que sea necesario para que el néctar a través de una transformación química se convierta en miel.

Esto quiere decir que las abejas se pasan el néctar entre sí, hasta que haya alcanzado el estado químico óptimo para ser depositado en las celdas, para cumplir con el último paso de la elaboración. Las abejas probarán constantemente el producto, hasta considerar que tiene la constitución apropiada para ser almacenado. Es por ello, que la miel es el resultado de la metabolización del néctar de las flores, gracias a las abejas.

Almacenamiento y deshidratación de la miel

La ultima etapa para dejar la miel en el estado exacto de su composición y que desvelará finalmente como producen la miel las abejas es el almacenamiento y, en mayor medida, la deshidratación.

Cuando la miel ya ha pasado por el proceso químico necesario y ya ha alcanzado el estado ideal para su almacenamiento, aún tiene en su composición una gran cantidad de agua, por lo que sigue sin tener la consistencia adecuada para ser denominada como miel. Es por ello que necesita ser deshidratada. Esto se logra a través de un cuidadoso almacenamiento en las celdas de la colmena.

Para ello, el néctar transformado es entregado a las abejas encargadas del almacenamiento, quienes lo colocan en la celda, ya comprobada la calidad de la misma, y construyen sobre ésta una especie de tapa hecha con la misma cera del panal. De esta manera, se inicia el proceso de deshidratación de la miel.

Con la miel en las celdas, las abejas obreras ventiladoras comienzan su labor, generando el aire requerido para evaporar el exceso de agua en este néctar. Estas abejas sacan el aire caliente de la colmena, con el movimiento de sus alas. Esto tiene una doble función: mantener el ambiente adecuado dentro de la colmena y, a la vez, evaporar el contenido hídrico que aún se encuentra en la miel.

Una vez culminado el proceso de deshidratación queda como resultado la miel que todos conocemos, con la consistencia espesa característica de este producto.

Éste es un proceso arduo, en el que gran parte de la población de la colmena están comprometidas y en el que cada una cumple una función determinante, ya que la miel es el alimento mediante el cual estos insectos subsisten.

La defensa de la miel

Definitivamente, gran parte de la vida de la abeja está dedicada a la elaboración de su alimento: la miel. Es esta sustancia rica en sacarosa la que mantiene a toda la población de la colmena en buenas condiciones y les provee la energía necesaria.

Así mismo, como no es un secreto para el hombre, tampoco lo es para otros seres vivos, que ven la miel como una sustancia de un sabor inigualable. Así que la miel suele ser, entre los animales, una sustancia deseada. Es por ello, que, aunque la defensa de la miel no forma parte directa de la producción de ésta, sí es una labor que las abejas consideran absolutamente necesaria.

De hecho, la defensa del alimento es la razón principal por la que las abejas tienen aguijones;pues les ayuda a mantener a los potenciales ladrones de miel, alejados de ésta. En un periodo de la vida de las abejas, éstas están encargadas de ser las guardianas de la colmena y no permiten que otras abejas ingresen en el panal. Así como no permiten el ingreso de otro tipo de insectos u otros animales en la colmena. Todo con el fin de mantener a salvo su valioso alimento: la miel.

De esta manera, las abejas pueden garantizar que el alimento que han producido podrá alimentar a la población de la colmena y todo el trabajo que éste requiere no se perderá.