La hormiga panda (Euspinolia militaris) es una especie que forma parte de la familia Hymenoptera. Lo que quiere decir que, pese a su nombre común, en realidad se trata de una avispa. Esta especie es nativa y endémica de los bosques de la región árida de Chile. Descrita a finales de los años ’30, en la actualidad se encuentra en peligro de extinción.
La principal característica de la hormiga panda es su particular color. El cuerpo de esta avispa suramericana está cubierto por dos pigmentos que recuerdan el pelaje del oso panda. La coloración blanca y negra de la hormiga panda es un indicador de la potencia de su picadura y veneno. En la especie existe un marcado dimorfismo sexual. Los machos cuentan con alas, pero no cuentan con aguijón, mientras que las hembras carecen de alas, pero tienen un apéndice ovopositor que ha evolucionado como un aguijón. Estas hormigas tienen unos distintivos vellos, sobre todo en la cabeza. Estos vellos son más notables en las hembras que en los machos. Los ejemplares adultos pueden llegar a medir hasta ocho milímetros de largo.
La alimentación de la hormiga panda varía en función de la fase en la que se encuentre. Los adultos se alimentan de néctar, pero las larvas tienen una forma de alimentación bastante peculiar. Las hormigas panda en su fase larval son conocidas como ectoparásitos porque se alimentan de las larvas de ciertas abejas y avispas de la zona. Las hembras adultas depositan sus huevos (utilizando su puntiagudo órgano ovopositor) en el cuerpo de las larvas de otros insectos. Una vez que la larva de la hormiga panda sale de su huevo comienza a alimentarse del cuerpo del organismo huésped.
Algunas personas creen que por su amigable apariencia la hormiga panda no es venenosa. La verdad es que la hormiga panda es una especie de avispa muy venenosa y su picadura produce un dolor agudo.
Cuando se sienten amenazadas, las hormigas panda, pueden producir un fuerte sonido a través de un fenómeno en el que frotan ciertas partes de su cuerpo conocido como estridulación, este fenómeno acústico es común en esa familia de insectos. Estos sonidos que producen estas avispas son mucho más potentes, al punto que alcanzan ciertas frecuencias supersónicas.