Con mucha frecuencia las personas suelen confundir a las abejas y las avispas. Algunos incluso creen que ambos insectos son igual de peligrosos, pero esto no es cierto. Si bien entre ambas criaturas existen ciertos rasgos similares, la verdad es que también cuentan con muchas características morfológicas y de comportamiento que pueden servir para identificarlas con facilidad. Las avispas y las abejas son insectos artrópodos, en su mayoría alados, que forman parte de un orden llamado Hymenoptera. Eso quiere decir que ambos insectos están emparentados y, naturalmente, cuentan con una fisionomía similar: ambas pueden volar, tienen un aguijón que utilizan para defenderse, por si fuera poco, sus larvas son aún más parecidas que los individuos adultos desarrollados, por eso muchas personas las confunden y no pueden distinguir a las avispas de las abejas, pero si se observan sus rasgos fisionómicos y de conducta con atención es fácil distinguirlas. A continuación, enumeramos las principales diferencias entre la avispa y abeja:
Las abejas tienen un cuerpo largo y redondeado, dos pares de alas, muchas especies tienen el cuerpo cubierto de pigmentos brillantes.
Las avispas por su parte cuentan con un cuerpo alargado y fino, dos pares de alas (algunas avispas no tienen alas), un cuerpo brillante aunque en ocasiones los colores de las avispas no tienen un contraste tan marcado como sucede con el color de las abejas.
Las abejas son menos agresivas si se comparan con las avispas. La mayoría de las abejas mueren después de utilizar su aguijón, solo unas pocas especies de abejas son capaces de picar varias veces.
Las avispas son más agresivas que las abejas, pueden utilizar su aguijón varias veces.
Las abejas son insectos polinizadores, se alimentan del néctar y del polen de las flores, por eso es común encontrarlas en los parques, en las huertas y los jardines.
Las avispas son insectos depredadores con grandes habilidades para capturar presas. Se alimentan de otros insectos como moscas o gusanos. En ocasiones las avispas también pueden alimentarse con néctar y por eso suelen sentirse atraídas por los alimentos humanos con alto contenido de azúcar como los refrescos y los dulces.
Las abejas se caracterizan por ser altamente sociables y viven en grandes colonias formadas por miles o incluso millones de individuos. En cada colonia hay una reina y un grupo de abejas obreras. Las colonias habitan en unos nidos llamados colmenas. En el interior de las colmenas se encuentran unas paredes hechas de cera compuestas por celdas de forma hexagonal que reciben el nombre de panal. En las celdas hexagonales las abejas almacenan su comida (miel y polen) pero también las utilizan para criar a sus larvas.
Las avispas, por su parte, no cuentan con glándulas productoras de cera, por tal razón no construyen colmenas. El tipo de nido de las avispas varía de acuerdo con la especie. La mayoría de las avispas utilizan fibra de madera y su saliva para producir una pasta parecida al papel con la que construyen sus nidos. Las características de estos nidos también varían de acuerdo con la especie. Algunas avispas elaboran nidos con barro y saliva. El comportamiento social no es común a todas las especies de avispas. Las avispas por lo general son solitarias, pero en aquellas especies donde se observa el comportamiento social toda la colonia comparte el nido.