Si alguna vez te has preguntado dónde se crían los caracoles y cómo es el proceso de crianza de estos moluscos, en esta entrada encontrarás toda la información relacionada con la cría de caracoles.
La cría de caracoles, también conocida como helicicultura o helicultura, es un actividad que tiene como fin producir de forma constante caracoles aptos para el consumo humano o para que sean usados en la industria médica o estética. La helicultura es una industria que cada año mueve cientos de toneladas de caracoles que son vendidos en el mercado interno o que se exportan a otros lugares del mundo. Los helicicultores o criadores de caracoles dicen que se trata de una industria con potencial con grandes posibilidades de crecimiento. La cría de estos gasterópodos cuenta con varias ventajas al respecto de otras formas de producción de proteína animal. Una de las ventajas es que no se necesita de mucho espacio para comenzar un criadero. Otra ventaja es que, aunque se tratan de unas pequeñas criaturas, la carne de caracol es considerada de las mejores, una auténtica exquisitez que se paga muy bien en ciertos mercados.
Los lugares donde se desarrolla esta actividad se conocen como criaderos de caracoles o granjas de caracoles. Una granja de caracoles cuenta con espacios acondicionados para garantizarle las mejores condiciones de vida a estos moluscos para que crezcan y se reproduzcan a un ritmo constante. Algunos afirman que el principal objetivo del criador de caracoles de tierra es emular de forma exacta las condiciones de vida de estas criaturas en estado salvaje. Esta, si bien es una forma de entender la crianza, no necesariamente tiene que traducirse en un mejor rendimiento. Por ello otros criadores no son partidarios de crear un entorno para la vida de los caracoles que sea una copia fiel de las condiciones naturales. Estos buscan potenciar e incrementar la producción y el rendimiento por lo que introducen mejoras a las características del hábitat de estos animales para que puedan crecer y reproducirse más y mejor que en estado salvaje.
Los caracoles suelen ser criados con varios fines, a saber:
Por esto la especie de caracol se seleccionará de acuerdo con los objetivos del criador. Las especies de caracoles que más suelen criarse para aprovechar su carne son:
Pero estas no son las únicas especies de gasterópodos de cría. Existen más de catorce especies de caracoles de crianza. Es importante recordar que en ciertos lugares hay regulaciones con respecto a las especies de caracoles que pueden criarse. Por eso antes de comenzar con un proyecto de cría de estos moluscos (sin importar si existen pretensiones comerciales o no) lo mejor es buscar asesoría en las instituciones y organismos ambientales y agrícolas de la localidad. En algunas legislaciones puede que se necesite incluso algún permiso para comenzar una granja de moluscos terrestres.
La cría de caracoles en casa es posible, solo se necesita tiempo, unos mínimos implementos, herramientas y los conocimientos básicos para comenzar. En esta sección encontrarás un manual de cría de caracoles en casa con el que aprenderás los principios de la helicicultura.
Para comenzar una mini granja de caracoles en casa necesitarás:
Además de estos elementos se necesita un lote de caracoles de crianza que puedan adaptarse con facilidad a las condiciones climatológicas del lugar. Si bien los caracoles son criaturas conocidas por tener una alta adaptabilidad, cuando se trata de criarlos para la venta es necesario conseguir especies que puedan tener un alto rendimiento. Los expertos suelen recomendar las siguientes especies: helix pomatia, cornu aspersum, otala láctea, otala punctata y helix aspersa porque en condiciones controladas pueden crecer y reproducirse a un ritmo que resulta rentable.
Con frecuencia se dice que lo único que se necesita para criar caracoles es un terrario. Los especialistas no están del todo de acuerdo con eso porque, si el objetivo es producir caracoles para el consumo propio o la venta, un único terrario puede resultar insuficiente. Un terrario es perfecto si se quieren tener unas mascotas, pero no para tener una granja, por pequeña que sea. Como alternativa a los terrarios que son más costosos, lo mejor son las cajas para criar caracoles.
Pero ¿Cómo construir un criadero de caracoles casero? Un mini criadero de caracoles necesita en un principio al menos tres cajas acondicionadas. En esta sección explicamos cómo instalar un criadero de caracoles y construir cada uno de los contenedores.
Algunos criadores prefieren utilizar madera para construir sus cajas. Se debe tener en cuenta que cuando se trabaja con caracoles la humedad, la tierra y el agua siempre están presentes y estos son unos elementos que deterioran con facilidad la madera. Además los caracoles en algún punto comienzan a comerse estas cajas, por lo que quien decida trabajar con cajas de madera debe estar dispuesto a cambiarlas con frecuencia.
Para construir una caja de madera para criar caracoles se necesitan:
Esta será la “caja de engorde” donde los caracoles pasarán la mayor parte del tiempo. Se puede hacer más grande según las necesidades del criador. Además se necesita otra caja especialmente diseñada para que los caracoles puedan poner sus huevos. Esta caja debe tener unos veinticinco centímetros de altura. Debe ser una caja más alta porque en ella se agrega sustrato y un recipiente donde pondrán los huevos.
Otra caja que se necesita es la caja de crianza o incubación, que es donde se tendrán los huevos para que se desarrollen. Esta también puede tener las mismas dimensiones que la caja de engorde.
En el mercado pueden conseguirse cajas de poliestireno con tapa. Pueden usarse sin problemas, siempre y cuando tengan como mínimo cuarenta centímetros de largo por cuarenta de ancho y diez centímetros de alto. Es necesario hacer agujeros a las tapas para que los caracoles respiren.
Algunos cultivadores de caracoles prefieren hacer jaulas con malla plástica de agujero fino. Solo se necesitan unos listones y luego cubrir las distintas caras con la malla. Estas no son muy recomendadas porque permiten el paso de aire en todos los sentidos y esto reseca el cuerpo del caracol y retrasa su desarrollo.
En este apartado compartimos algunas recomendaciones que deben tenerse en cuenta a la hora de acondicionar los espacios para la cría del caracol.
Lo primero que debe hacerse una vez los caracoles han depositado los huevos, es trasladar los racimos a la caja de crianza. Esta caja funcionará como una incubadora y por ello necesita tener unas condiciones óptimas de humedad y calor. Es vital que el ambiente de la caja siempre sea húmedo, pero cuidando los excesos que pueden resultar contraproducentes.