La carabela portuguesa o fragata portuguesa, conocida por los científicos como Physalia physalis, es una criatura marina temible y fascinante con varias particularidades. En esta entrada compartimos información relacionada con esta forma de vida, sus características, su hábitat, su picadura y otros datos de interés.
Aunque con mucha frecuencia se suele hablar de medusa carabela portuguesa por el parecido que tienen con las medusas, la verdad es que la carabela portuguesa no es una medusa verdadera. Las medusas son organismos únicos, mientras que las carabelas son sifonóforos, es decir: colonias de varias criaturas o individuos con funciones biológicas específicas. Una fragata portuguesa está formada por cuatro zooides que en conjunto reciben el nombre de cormidio y funcionan como una unidad. Los zooides no pueden sobrevivir por separado y juntos funcionan tal como lo hace un animal único. Estos peculiares animales invertebrados forman parte del género Physalia y del filo Cnidaria, lo que, de alguna forma las emparenta con las medusas y las anémonas marinas. Se trata de un conjunto de organismos que suelen vivir desplazándose sobre la superficie de los océanos gracias a los vientos.
En muchos países occidentales esta particular criatura marina suele ser llamada: carabela o fragata portuguesa. Este nombre se debe a que el animal recuerda a las embarcaciones utilizadas por los marinos portugueses en el siglo XVIII, en especial la parte flotante superior que es bastante similar a una vela desplegada. En países como Australia, Nueva Zelanda y Sur África son llamadas: botellas azules (bluebottles). En las regiones hispanohablantes se conocen también como:
En inglés suelen ser conocidas principalmente como: man of war o portuguese man o' war, lo que hace referencia no a las embarcaciones lusas sino a los adornos de los cascos que utilizaban los soldados portugueses. En Hawái, donde la especie es muy conocida, los nativos las llaman: palalia o ‘ili mane‘o.
La carabela portuguesa es descrita con frecuencia por los especialistas como una masa gelatinosa con forma de vela simétrica, transparente con tonos azules, violetas, rosas y una serie de tentáculos. Sin lugar a duda la principal característica de la botella azul es su vela, pero además cuenta con otras zonas anatómicas bien definidas que corresponden a un zooide específico. Así tenemos que una carabela se compone de:
Neumatóforo: Esta es la característica “vela”, se trata de una especie de vejiga o saco que gracias a ciertos gases garantizan su flotabilidad, además tiene una forma que puede ser arrastrada por los vientos con facilidad. En ese saco se hayan gases como monóxido de carbono (apenas catorce por ciento), hidrógeno, nitrógeno, argón y oxígeno. Muchos creen que las carabelas solo pueden flotar, la verdad es que cuentan con una especie de válvula que les permite liberar los gases y de esta forma sumergirse si hay algún peligro en la superficie.
Gastrozoide: Esta es la parte de la falsa medusa que se encarga de la función digestiva y le permite procesar sus capturas que casi siempre consisten en pequeños organismos marinos como plancton y ciertos peces.
Dactilozoides: Gracias a los dactilozoides o tentáculos, la carabela portuguesa puede defenderse de los posibles depredadores, localizar a sus presas, atraparlas y llevarlas a su boca. Si el neumatóforo es el área flotante de una carabela, entonces los dactilozoides son el área de la anatomía de este animal que se encuentra bajo el agua. Los tentáculos de Physalia physalis están extendidos la mayor parte del tiempo rastreando en búsqueda de comida.
Gonozoides: Los gonozoides son la parte de la anatomía del animal especializada en la reproducción.
Estas criaturas tienen un tamaño variable, se tienen registros de carabelas de nueve centímetros, pero también es usual encontrar botellas azules con cuerpos de treinta centímetros de largo por quince centímetros de alto. El tamaño de los tentáculos puede sorprender a muchos entusiastas de las formas de vida marina pues en promedio miden diez metros, pero pueden tener un alcance de hasta treinta metros. Según algunos biólogos marinos y algunas fuentes los tentáculos extendidos de una carabela portuguesa grande pueden llegar a medir hasta cincuenta metros.
La carabela portuguesa produce una picadura dolorosa que puede alterar el ritmo cardiaco de la víctima y en algunos casos hasta causar la muerte. Además de afectar las funciones cardiacas, la picadura de fragata portuguesa puede ocasionar complicaciones en el sistema nervioso por su potencial neurotóxico y destruir ciertas células del organismo del afectado gracias a la citotoxicidad de su veneno. Aunque los biólogos suelen explicar que se trata de una especie que no se acerca mucho a las costas, cada año solo en la temporada veraniega en Australia diez mil personas sufren de picaduras de carabela portuguesa, la mayoría de las cuales ocurren en la costa este del país.
Lo que suele ocurrir con mucha frecuencia es que los tentáculos y los aguijones que se desprenden del cuerpo de estos animales conservan su potencial tóxico y pueden flotar por días en el agua. Así muchos bañistas entran en contacto con estos “residuos venenosos” y sufren las consecuencias de la picadura de una carabela sin que el animal se encuentre cerca.
Además de dolor local agudo, la picadura de la carabela portuguesa produce:
El tratamiento para la picadura de la fragata portuguesa depende del cuadro de síntomas que desarrolle el paciente. No todas las víctimas de la picadura de este sifonóforo reaccionan igual. Algunos solo experimentan un dolor intenso y pasajero, pero otras personas pueden sufrir complicaciones.
Los especialistas afirman que los primeros auxilios son importantes para disminuir las complicaciones de la picadura. El primer auxilio recomendado es la limpieza de la zona afectada. Por años se recomendó limpiar el área de la picadura con vinagre, pero actualmente se desaconseja su uso. Los médicos aseguran que la mejor forma de limpiar una picadura de carabela portuguesa es aplicando espuma de afeitar en la zona afectada y luego pasar una maquinilla con cuidado levantando y limpiando siempre la hojilla al final de cada pasada. Además de “afeitar la herida”, recomiendan aplicar compresas calientes pues el calor ayuda a disminuir el potencial tóxico del veneno. Los pacientes también suelen ser tratados con cremas con hidrocortisona. Las personas que desarrollan reacciones agudas son tratados por el personal sanitario de acuerdo con los síntomas desarrollados, algunos incluso necesitan ser entubados para hacerle frente a la dificultad respiratoria.
La fragata portuguesa suele habitar en las aguas cálidas de los Océanos Índico y Pacífico y en cierta zona del Atlántico, específicamente en la corriente del Golfo. Es una especie cuyo hábitat se encuentra en la superficie oceánica. Los científicos explican que la botella azul rara vez se sumerge por completo: y viven con su vela expuesta y sus tentáculos bajo la superficie. En años recientes se han registrado avistamientos de la carabela portuguesa en el mediterráneo, donde es una especie extraña. En la actualidad varias personas han sido lastimadas en las costas mediterráneas como consecuencia del poder urticante y tóxico de los tentáculos de la falsa medusa carabela portuguesa.