Avispa asiática asesina

La avispa asiática o Vespa velutina es una especie nativa de Asia Sudoriental. Forma parte de la familia Vespidae y con frecuencia es confundida con otras avispas asiáticas asesinas, como el avispón asiático gigante (V. mandarinia). Existen al menos una decena de subespecies que han sido descritas por los biólogos.

Características

Las características físicas de la avispa asiática asesina varían en función de varios factores, entre los que se pueden mencionar: el clima, la latitud, la dieta y otros elementos ambientales. Por eso los entomólogos e investigadores especializados en el estudio de esta especie suelen tener problemas para clasificar a las distintas subespecies. El tamaño es uno de los rasgos que más pueden variar. Los registros indican que la avispa asiática asesina reina puede llegar a medir más de 3 centímetros, los machos alcanzan una longitud entre 2,4-2,6 centímetros de largo y las avispas obreras apenas alcanzan los dos centímetros. El color es otro rasgo físico que presenta notables variaciones. Las patas de esta avispa por lo general son amarillas mientras que en el tórax y el abdomen se observa un color marrón. En el abdomen pueden observarse unas franjas amarillas. La cabeza de estos véspidos es negra y algunos ejemplares cuentan con una máscara amarilla.

Alimentación  

La dieta de esta especie varía en función de su estado de desarrollo. Las larvas se alimentan de insectos que los ejemplares adultos cazan. Los adultos se alimentan del néctar de las frutas y las flores. Estos himenópteros tienen un apetito voraz. Estudios demuestran que la población de insectos que forman parte de la dieta de las larvas puede reducirse de forma considerable en una zona determinada con la llegada de esta especie. Aunque los adultos capturan distintos invertebrados como polillas, mariposas, moscas, orugas, escarabajos, hormigas y arañas, las abejas son su principal presa. Esto supone un problema para la apicultura y la diversidad biológica. Los adultos de la especie pueden destruir cultivos, jardines y huertos.

Nido

El nido de avispa asiática está construido con fibra vegetal triturada (madera, ramas, hojas), por lo que tienen una apariencia y consistencia que recuerda al papel o al cartón. Los entomólogos distinguen dos tipos de nidos, a saber:

  • El nido primario: este puede encontrarse de mayo a junio, mide de cinco a diez centímetros de diámetro. Tienen una apariencia esférica similar a la de los iglús o viviendas esquimales. Las avispas los construyen en áticos, sótanos, depósitos, aleros y techos, pero también pueden encontrarse en árboles y arbustos. Este es el nido donde la reina comenzará a gestar la colonia.
  • El nido secundario: este puede encontrarse de julio a octubre, los nidos secundarios pueden medir de treinta a cuarenta centímetros de diámetro, pero existen registros de nidos de gran tamaño. La forma de estos refugios varía, casi siempre mantienen un estilo esférico. Las avispas obreras construyen estas madrigueras en las copas de los árboles, en el suelo, en los arbustos o en edificaciones abandonadas.

Los especialistas recomiendan a las personas no acercarse a los nidos de estas avispas. Si alguien encuentra un nido de avispa asiática asesina lo más correcto es ponerse en contacto con las autoridades para que se hagan cargo. Los especialistas destruyen los nidos siguiendo un protocolo y tomando medidas de seguridad que no ponen en peligro a las personas, animales domésticos y a la infraestructura. Si alguien intenta destruir un nido de forma inapropiada puede ser atacado por las avispas que intentarán defender su morada, además puede provocar la dispersión del enjambre (en ese caso la reina o fundadora fértil comenzará otra colonia en otro lugar).

Reproducción

Esta avispa tiene un ciclo reproductivo anual que comienza con la llegada de la primavera. Las hembras fértiles o reinas comienzan a poner sus huevos al inicio de la temporada cálida y para ello construyen un nido. Las primeras crías de la reina carecen de capacidad reproductiva, estas son las avispas obreras y tienen un ciclo de vida breve (pueden vivir de treinta a cincuenta días). La función de los ejemplares obreros es asegurar la vida de la reina, de las nuevas crías y de ampliar el nido. A finales del verano o inicios del otoño aparecen las hembras y los machos con capacidad reproductiva que salen del nido para aparearse. Estas hembras fértiles y fecundadas por los machos luego serán las responsables de comenzar otras colonias la primavera siguiente.  

Picadura

La picadura de avispa asiática, según los especialistas, no es más peligrosa que la de otras especies de avispas. Lo que ocurre es que las avispas asiáticas cuentan con un aguijón más grande, por lo que pueden producir más dolor e inocular más veneno. Una picadura de avispa asiática asesina puede producir un dolor intenso y luego una sensación molesta y urticante que las víctimas comparan con una quemadura. Existen muertes registradas por ataques de esta especie de véspidos. En todos los casos las víctimas sufrieron picaduras múltiples y se encontraban cerca del nido. El veneno de esta avispa puede resultar mortal si la víctima es inoculada varias veces y si tiene tendencia a desarrollar alergias o alguna condición médica especial. En caso de ser atacado por una avispa asiática lo más recomendable es alejarse de la zona. La mayoría de las víctimas no requieren atención médica especializada, la picadura puede ser tratada en casa.

Área de distribución

La especie es originaria de la región sur oriental del continente asiático que comprende los territorios de:

  • Afganistán
  • Bután
  • Birmania
  • China
  • Laos
  • Malasia
  • Indonesia
  • India
  • Paquistán
  • Vietnam
  • Taiwán
  • Tailandia

En años recientes esta avispa se ha extendido y es considerada una especie invasora en lugares como:

  • Bélgica
  • Corea del Sur
  • Japón
  • Francia
  • España
  • Portugal

La expansión de la avispa asiática asesina en territorio europeo comenzó con la llegada de unas hembras fértiles en unos cargamentos de cerámica provenientes de China. En algunas zonas como la isla de Tsushima (en japón) la especie se ha adaptado a la perfección a las condiciones del medio. En la Península Ibérica la presencia de esta avispa supone una amenaza para el hábitat, las especies nativas, la ecología local y la práctica de la apicultura.