Aunque puede parecer un poco extraño el nombre de esta variedad de abeja, lo cierto es que la describe muy bien. Los buitres son conocidos animales carroñeros, como lo es también la abeja buitre. Esto puede romper con todos los esquemas que tenemos acerca de las abejas. Sin embargo, no ha de ser algo que sorprenda, pues la gran variedad de abejas es muy extensa, hasta el punto de que existe la abeja buitre, un insecto himenóptero que se alimenta de carne en descomposición.
Las abejas buitre, comprende a 3 tipos de abejas trigonas (T. crassipes, T. necrophaga y T. hipogea), nombre más especializado. Tienen la particularidad de que se alimenta de animales que han muerto y están en descomposición.
El descubrimiento de esta abeja no es reciente;de hecho, se dio a principios del siglo XIX cuando el naturalista suizo Louis Jurine notó su extraño comportamiento. Sin embargo, es una abeja que ha pasado desapercibida, posiblemente por seguir pareciendo imposible la forma en cómo se alimentaba;y su forma de vida solo fue comprobada de manera fehaciente en 1982.
En la fisionomía de las abejas buitre, destaca la ausencia de aguijón. Esto quiere decir que la abeja buitre forma parte de la variedad meliponini, que es la definición que se le da a aquellos insectos que forman parte de la variedad apis;pero que no cuentan con el aguijón característico de la mayoría de las abejas.
Al no poseer aguijón, su fisionomía resulta un poco distintiva: no cuenta con la bolsa interna para el veneno, ni la glándula productora de veneno. Sin embargo, en el resto de sus características físicas, la abeja buitre es muy similar al resto de las abejas. Las partes del cuerpo de esta abeja son las siguientes: la cabeza, el tórax y el abdomen. Otros aspectos destacables de la fisionomía de este insecto responden a características comunes de la mayoría de los insectos: dos antenas, seis patas y alas membranosas y rebatibles.
Los órganos fotorreceptores de las abejas buitres están compuestos por tres ojos de visión simple y dos de visión compuesta. Los primeros están desarrollados para tener una mejor visión en la oscuridad y los segundos para visualizar una gran cantidad de colores.
Sin embargo, el sentido de la vista no es el único extraordinariamente desarrollado por la abeja buitre, pues su olfato tiene un nivel superior;gracias a éste tiene la posibilidad de captar, de manera bastante exacta, el lugar donde se encuentra su alimento, que en este caso son animales en descomposición.
La alimentación de la abeja buitre es, por supuesto, su característica distintiva. A diferencia de todas las demás abejas, la abeja trigona no depende de alimentos de origen vegetal para su sustento y el de sus crías;sino que su dieta se basa en productos de origen animal. De manera más específica, carroña;por lo tanto, son necrófagas.
El hábitat natural de la abeja buitre en el Neotrópico, zona de tropical de América que incluye todos los países de Sur América, Centroamérica, las islas caribeñas, México y algunas ciudades de los Estados Unidos.
La abeja buitre sobrevive mejor en climas cálidos;por lo que se podrán observar con mayor facilidad en países como: Brasil, Colombia, Venezuela, México y también en islas del Caribe. Usualmente, este tipo de abejas habitan en las sabanas y densos bosques.
Al igual que casi la totalidad de las abejas, a excepción de la carpintera, la abeja trigona construye una colmena que es donde vive. Esta colmena es esculpida con cera que ella misma produce, tomando material de la naturaleza, de origen vegetal. Usualmente, estas colmenas se encuentran en el interior de árboles o incluso debajo de la tierra.
A pesar de la notable distinción con la que cuenta esta abeja, en relación al resto;de no alimentarse a base de productos de origen vegetal sino animal, también elaboran miel para su nutrición y la de cada uno de los individuos de la colmena: abeja reina, zánganos, abejas obreras y crías.
La mayoría de las abejas recolectan el néctar de una gran cantidad de flores, que es rico en diversos tipos de sacarosa, para posteriormente procesarla y transformarla mediante un proceso complejo en la miel que todos conocemos. Y es la miel, el producto mediante el cual todos los individuos de la colmena se alimentan.
Sin embargo, la abeja buitre no recolecta néctar de flores, sino que toma parte de la carne en descomposición. Seguidamente, este insecto procesa la materia que ha tomado en su estómago para comenzar el proceso de transformación de la misma para convertirla en lo que se puede llamar la miel de carroña o carne.
La miel de carroña es un producto que probablemente muy pocos humanos se atreverían a probar, pero que constituye el alimento principal de la abeja buitre. Su elaboración es bastante similar a la de la miel tradicional que elaboran el resto de las abejas milíferas.
Las abejas buitre salen en busca de animales en descomposición. Al encontrarlos, construyen surcos en los globos oculares de éstos, lo que les permite ingresar en el interior del cadáver y tomar la materia de carroña que necesitan. Esta materia llega a su estómago y, gracias a las enzimas que allí se encuentran, comienza un proceso químico de trasformación.
Las abejas recolectoras regresan a la colmena con la carga en sus estómagos y comienzan a regurgitar el contenido;las abejas obreras toman el material, que pasan entre sí para darle la consistencia adecuada, hasta que consideran que la miel está lista para ser ingerida. Todo este proceso es igual en las abejas que hacen la miel tradicional.
Esta miel de carroña almacenada es el alimento de cada uno de los miembros de la población que habita en la colmena. La producción de este tipo de miel es baja;en realidad, solo la necesaria para el consumo de la colmena, que al no tener un invierno no almacenan en cantidad.
Según apuntan especialistas en abejas, aún queda mucho que aprender de esta especie de abeja y de la poco tradicional miel de carne.