El vencejo común, Apus apus, es un pájaro que surca el cielo de nuestras ciudades y pueblos y nos alegra el oído con sus agudos chirridos los atardeceres de primavera. Inconfundible en vuelo por su grácil silueta, con las alas muy largas y afiladas, de forma arqueada y la cola algo ahorquillada, es mucho más difícil de ver posado.
Mide algo más de 16 centímetros y pesa hasta 50 gramos. Tiene la cabeza ancha y aplastada, los ojos relativamente grandes y el pico muy menudo, que oculta una boca desproporcionadamente ancha. Presenta una coloración casi uniforme pardo-negruzca, salvo por la garganta, que es blanca.
Los jóvenes muestran reflejos pálidos en las alas y partes inferiores.
Es un ave netamente aérea, se pasa la mayor parte de su existencia activa en vuelo. Es un pájaro gregario, que vive siempre en grandes colonias. Capaz de verdaderas acrobacias en vuelo y de alcanzar velocidades de vértigo de hasta 100 kilómetros por hora, en cambio rara vez se posa en el suelo, donde es muy torpe y de donde en muchos casos se vería incapaz de alzar.
Emite un característico chirrido agudo y áspero, que puede resultar a veces ensordecedor.
Los vencejos pueden permanecer largo rato adormilados mientras vuelan a gran altura dibujando constantes círculos.
Los vencejos apus apus habitan en todo tipo de poblamientos humanos, desde grandes ciudades a pequeñas aldeas, pero también en cultivos y acantilados marinos que es su primitivo hábitat. Muy activo al amanecer y de nuevo al atardecer, en las horas e mayor calor se oculta en los nidos para descansar o hace lo propio volando muy alto.
Es un ave migratoria que llega a Europa desde principios de abril y retorna a África desde primeros de agosto. Nidificando partido por todo el territorio.
El vencejo común se alimenta de plancton aéreo, formado por los innumerables diminutos insectos que flotan en el aire y que captura manteniendo la boca abierta mientras vuela. También caza insectos de mayor tamaño, como moscas y moscones.
El vencejo común anida en huecos de tejados, cornisas de edificios y también en acantilados. Los nidos están forrados de pajas, ramitas y de los más divertidos materiales. La única puesta anual consta de apenas 3 huevos y la incubación, realizada por ambos cónyuges, dura unos 20 días.