El sapillo pintojo, discoglossus pictus, es más cercano, en cuanto a su aspecto, a las ranas que a los sapos, es éste un anfibio mediano, de hasta 7 centímetros de longitud, complexión rechoncha y piel muy brillante. Se distingue además por tener el hocico puntiagudo, la cabeza tan larga como ancha y la pupila redonda o triangular, pero nunca horizontal, lo que le diferencia de las ranas típicas.
El sapillo pintojo ibérico no presenta membranas interdigitales en las manos, pero sí en los pies, estando más desarrolladas en los machos que en las hembras. La coloración de su cuerpo es en extremo variable y va desde tonos grises, amarillentos y oliváceos a parduscos y hasta rojizos de fondo, con diferentes tipos de dibujos en su dorso a base de manchas oscuras dispersas, a veces bordeadas de blanco y en algunos casos con una gruesa raya blanquecina longitudinal. El vientre es pálido con pequeñas motas negruzcas.
El sapillo pintojo es un antibio anuro diurno cuando el clima es húmedo y crepuscular cuando es seco y caluroso. Los sapillos pintojos se pasan buena parte del tiempo semisumergidos en el agua, dejando asomar sólo parte de la cabeza.
Estos sapos viven en pequeños grupos, asociados a veces a las ranas verdes, con las que no es difícil confundir. El macho en celo emite un característico reclamo metálico, muy rápido.
El sapillo pintojo vive en aguas tranquilas, muchas veces salobres, quietas o con escasa corriente, en marismas, lagunas poco profundas, acequias y estanques.
Este el sapillo pintojo come una gran diversidad de pequeños invertebrados como larvas de insectos, moscas, mosquitos y diminutos moluscos.
Desde mediados de marzo, los sapillos pintojos hembra expulsan en charcas poco profundas paquetes de 25 a 50 huevos, envueltos en una materia gelatinosa que los ayuda a adherirse a las plantas acuáticas o a las rocas, en un total de hasta 1.500 huevos por hembra y puesta. Los huevos eclosionan entre 7 y 10 dias, que todavía tardaran de 1 a 2 meses en sufrir la metamorfosis de renacuajo a sapillo pintojo. Los pequeños sapillos pintojos no adquieren la madurez sexual hasta los 4 o 5 años y pueden alcanzar una longevidad máxima de 15 años.
El sapillo pintojo esta disperso por toda la península ibérica española salvo en buena parte de la provincia de Cataluña y este de Aragón. También falta en ambos archipielagos.
Son frecuentes los casos de canibalismo entre los sapillos pintojos.