Rata negra, Rattus rattus

La rata negra, Rattus rattus o rata campestre es una especie de mamífero del orden Rodentia de cola larga que se ha convertido en la imagen o el estereotipo de las ratas de su género. No se conocen con certeza los detalles de su origen, los estudios fósiles y de ADN sugieren que es originaria del continente asiático, específicamente del sur del continente y que desde ahí llegó a Europa con la conquista y el comercio de los romanos. Los biólogos especulan sobre las causas de la expansión de la rata por el resto del mundo y la hipótesis que tiene más fuerza es la que explica que las primeras ratas negras que llegaron a Europa provenían de la India en los cargamentos de especias de las rutas que se crearon entre Roma y los territorios del sur de Asia. Los estudios comparativos de ADN demuestran que las ratas que se encuentran en Europa son distintas genéticamente a las ratas originarias de Asia. Las ratas asiáticas originales cuentan con cuarenta y dos cromosomas, mientras que las ratas europeas modernas solo tienen treinta y ocho. Esto aunque puede ser percibido como una desventaja es un recurso evolutivo que les ha permitido a las ratas contemporáneas contener distintas bacterias infecciosas en su torrente sanguíneo sin verse afectadas, lo que las convierte en resistentes vectores de enfermedades. Es conocida por portar la bacteria Yersinia pestis que produce la peste negra o peste bubónica. Es importante destacar que el agente bacteriano Y. pestis llega al organismo de la rata a través de las pulgas.

Características físicas

Las ratas negras tienen el cuerpo cubierto de un pelaje corto negro o grisáceo oscuro muy distintivo. Su tamaño varía en función de ciertos factores como el clima y la alimentación, pero pueden medir de 15 a 23 centímetros. Un rasgo bastante característico de las ratas es su larga cola anillada y escamosa que puede medir de 10 a 24 centímetros. La zona rostral de las ratas es puntiaguda. Sus ojos se ubican al frente, son pequeños y muy oscuros. Estos roedores cuentan con unas orejas afiladas en la parte superior de la cabeza. Tienen un sentido del oído bastante desarrollado que les sirve para ubicar presas y escapar de los depredadores. Las patas, al igual que la cola, está desprovista de pelo.

Ecología y comportamiento

Las ratas suelen tener un territorio vital donde pasan la mayor parte del tiempo. La extensión de ese territorio, según demuestran los estudios, es similar en hembras y machos la mayor parte del año, salvo en la temporada de apareamiento. Durante el periodo de reproducción los machos comienzan a abarcar más territorio porque buscan hembras maduras para aparearse. Las ratas negras establecen sus guaridas tanto en el suelo como en las alturas, pero en la mayoría de los casos suelen preferir asentarse lejos de los depredadores (árboles, tejados), por tal razón en ocasiones se les conoce como ratas del tejado.

Alimentación

Las ratas negras comen frutas, semillas, brotes, hongos, hojas y pequeños animales vertebrados e invertebrados. En ciertos hábitats se alimentan de las mismas nueces y semillas que las ardillas y en las zonas agrícolas pueden suponer un gran problema para los agricultores porque se alimentan de cultivos tales como la caña de azúcar, café, cereales, granos, nueces, almendras y frutas. Estos roedores tienen un comportamiento bastante particular a la hora de alimentarse. Son animales omnívoros que pueden comer distintos tipos de alimentos, pero suelen ser bastante selectivos con lo que consumen. Los biólogos explican que las ratas van probando con cuidado y en pocas cantidades las distintas variedades de alimentos que les ofrece determinado entorno. Demuestran ese comportamiento alimentario para mantener un balance en la ingesta de nutrientes y para evitar consecuencias indeseables que pueden ser producidas por el consumo excesivo de ciertos alimentos.

Área de distribución y hábitat

Originalmente la rata negra se encontraba de forma exclusiva en la India y en ciertas zonas del Sudeste Asiático, con la expansión del Imperio Romano y la actividad comercial las ratas llegaron al Oriente Próximo, a Egipto y, posteriormente, a los territorios británicos. Con la conquista europea las ratas negras se dispersaron por todos los continentes. Las ratas negras prefieren los climas cálidos, pero pueden adaptarse a una gran diversidad de entornos. Las ratas negras tienen especial predilección por ciertas estructuras creadas por el hombre. Por eso es común encontrar ratas negras en áticos, sótanos, buhardillas, depósitos, despensas, ductos, túneles, alcantarillas, techos y en el interior de las paredes. En entornos boscosos estos roedores prefieren aquellos lugares que le proveen cierto grado de protección, hablamos de rocas, grutas, cuevas, troncos. Como tienen grandes habilidades para trepar también pueden construir sus nidos en árboles o en palmeras. Los nidos de las ratas negras tienen una forma esférica y están construidos con ramas, hojas, y desechos humanos como papel y rocas. En las zonas rurales las ratas negras prefieren tener sus guaridas o nidos en los graneros, establos o directamente en los cultivos.

Las ratas negras como depredador y como presa

Las ratas negras son consideradas unas plagas invasoras complejas porque pueden provocar alteraciones negativas y positivas en los hábitats en los que se asientan. Como ejemplo de alteración negativa del ecosistema se encuentra la extinción de especies nativas. La alteración positiva del ecosistema por parte de las ratas negras ocurre cuando en ciertos hábitats logran mantener una saludable diversidad entre las especies, al punto que eliminarlas por completo en esos lugares traería consecuencias negativas. Estos roedores son depredados en ambientes urbanos por gatos y por búhos y en áreas boscosas por zorros, coyotes y comadrejas. Los depredadores naturales de las ratas negras no actúan como controladores efectivos de la población de las ratas porque son unos roedores astutos que suelen escapar a la mayoría de las embestidas. Un enemigo natural de las ratas negras que ha demostrado disminuir su población de forma considerable es la rata marrón. Un caso documentado de esta forma de control biológico ocurrió en Inglaterra en el siglo XVIII.