La rata gris, es la especie de rata más extendida por el mundo (es una de las ratas más comunes en Europa y en América) el nombre científico de la rata gris es Rattus norvegicus), pero al ser un roedor con un área de extensión tan amplia se le conoce con distintos nombres en cada uno de los territorios donde habita. También es conocida como rata común, rata parisina y rata de alcantarilla. No se sabe con exactitud porque se le comenzó a llamar en algunos círculos ingleses “rata noruega”. Lo que se conoce es que a finales del siglo XVIII el naturalista británico J. Berkenhout identificó a este roedor con ese nombre en una de sus obras, quizá creyendo que la rata gris había llegado a Inglaterra en embarcaciones noruegas. Lo que sí se sabe es que llego a Europa mucho más tarde que la rata negra. A mediados del siglo XIX los científicos y naturalistas británicos habían comenzado a dudar del origen noruego del roedor y creían que provenía de Irlanda o de Gibraltar. A finales del siglo XIX los estudiosos ingleses comenzaron a elaborar hipótesis más acertadas al respecto del origen de la rata gris y suponían que la rata de alcantarilla era originaria de Persia, que había llegado al territorio británico en los barcos que cubrían la ruta de Gran Bretaña a Persia y que luego se extendió por todos los países a donde arribaron las embarcaciones inglesas. En la actualidad se sabe que la rata gris tiene su origen en las zonas esteparias China septentrional y Mongolia, específicamente en los territorios del norte.
Aunque el nombre sugiere que esta rata tiene un pelaje exclusivamente gris, la verdad es que existen especímenes que desarrollan un pelaje marrón o pardo oscuro. Al igual que otros múridos la rata gris tiene un pelaje bastante corto más claro en la zona ventral y más oscuro en el dorso. Esta es una de las ratas más grandes que existen y puede llegar a medir el doble que la rata negra. El cuerpo de estos roedores puede llegar a medir de quince a veintiocho centímetros, por su parte, la cola de la rata de alcantarilla puede llegar a medir de diez a veinticuatro centímetros de largo. La cola está desprovista de pelo y tiene una apariencia escamosa y anillada. Estas ratas en promedio pesan de ciento cincuenta a quinientos gramos, pero hay ejemplares grandes que pueden llegar a pesar de novecientos a mil gramos, aunque son una rareza y nunca se encuentran en entornos domésticos. A diferencia de las ratas negras, las ratas grises tienen una estructura física más robusta y no cuentan con un hocico tan puntiagudo, es más bien romo.
Sus orejas son también más pequeñas y redondeadas. Estos roedores tienen un excelente sentido de la audición. Su oído es tan sensible que incluso pueden percibir el ultrasonido. Además cuentan con un olfato bastante desarrollado que utilizan para localizar comida y escapar de los potenciales depredadores. Su sentido menos desarrollado es el de la vista, no pueden ver con tanta exactitud, aunque los científicos han encontrado que las ratas grises son capaces de percibir ciertos espectros de la luz ultravioleta que otras especies no pueden ver.
Tiene una gran capacidad para desenvolver en el medio acuático e incluso realizar grandes apneas.
Las ratas comunes no son animales particularmente longevos, estos roedores pueden vivir un máximo de tres años, pero la mayoría vive tan solo un año. Tienen un alto porcentaje de mortalidad en condiciones naturales (noventa y cinco por ciento, según los biólogos). Las causas de muerte más frecuentes son los depredadores.
Estos animales no cuentan con una temporada de reproducción o apareamiento específica, se reproducen si existen las condiciones para tener crías. Una rata gris puede tener varias camadas por año. Aunque en ocasiones algunas ratas comunes han parido hasta catorce veces en un año los biólogos explican que el promedio es de siete camadas. El periodo de gestación es bastante corto, tiene una duración de veintiún días. Las ratas grises alcanzan la madurez sexual en apenas cinco semanas. Las hembras se dedican por completo al cuidado de sus crías, cuando amamantan pueden pasar todo el día en compañía de los ejemplares recién nacidos. Las hembras de la especie pueden quedar embarazadas justo después de parir, por lo que son animales bastante prolíficos. En ciertas condiciones ambientales (clima desfavorable, escasez de alimento) las hembras pueden retrasar el parto hasta dos semanas, para garantizar un mayor desarrollo de sus crías. Las hembras suelen preferir a aquellos machos con los que no se han apareado antes. Los machos pueden fertilizar a varias hembras. Las hembras por su parte suelen intercambiar parejas durante la cópula.
Las ratas de alcantarilla son de costumbres nocturnas y se pueden encontrar en todos los sitios, sobre todo en ambientes más húmedos. Habitan en cuevas o guaridas que construyen tanto en ambientes urbanos como en los entornos naturales, con mínima o ninguna intervención humana, si cuentan con sustrato para excavar. No obstante, al ser un comensal del ser humano, estos roedores los encontramos en nuestras construcciones de forma muy habitual. Suelen construir una serie de complejas galerías y túneles, para protegerse de nosotros y algunos felinos urbanos, y es donde además pueden almacenar comida y ciertos materiales que utilizan para generar calor. Los machos de la especie conforme envejecen dejan de vivir en cuevas, mientras que los ejemplares más jóvenes pasan mucho tiempo viviendo y ampliando sus galerías. Otra diferencia con la rata negra es que las ratas grises nos son tan grandes trepadoras y es por esto que incluso en las grandes ciudades suelen permanecer cerca de su nido o guarida y siempre que exista suficiente comida disponible no se alejarán más de veinte metros de sus cuevas. Uno de los lugares preferidos por las ratas grises son las alcantarillas, los túneles y sistemas de drenaje y desagüe (de ahí el nombre de ratas de alcantarilla), pero también pueden vivir en edificios y depósitos que cuenten con comida disponible de forma permanente. Los requisitos fundamentales para que las ratas grises se establezcan en un lugar son:
Por tal razón es imposible encontrar ratas en algunas regiones del mundo como las zonas polares o las zonas desérticas, porque estas cuentan con un clima bastante hostil y donde además las pocas estructuras o edificaciones humanas que existen se encuentran muy separadas entre sí. En las islas con escasa densidad humana las ratas pueden establecerse, pero luego son eliminadas con facilidad.
En los últimos años ha crecido la popularidad de la rata común como mascota, especialmente ciertas variedades que se crían de forma especial para tal fin. Una variedad muy común es la albina que también se utiliza en laboratorios para estudios científicos, pese al color blanco se trata de ratas grises. En la actualidad los criadores de ratas comunes han logrado variedades sin pelo y sin cola que resultan muy atractivas para los aficionados. También debemos tener en cuenta el origen de estas ratas grises a la hora de criarlas, ya que hay recordar que es un roedor que desempeña un papel muy importante en la patología humana y la transmisión de enfermedades.