La pitón real (Python regius) es un reptil del género Python nativo de los bosques y llanuras de África central y occidental. Se trata de una serpiente del tipo constrictora, no venenosa que en promedio mide un metro y medio de largo (por tal razón se le considera la pitón africana más pequeña que existe). Los ejemplares más grandes que se han encontrado nunca han alcanzado los 2 metros. Como ocurre con otros reptiles, las hembras adultas son más grandes que los machos adultos. Las hembras también cuentan con una mandíbula más grande y fuerte que los machos. La cabeza de estos pitónidos es largas y angostas, pero sus cuerpos son robustos. La piel de la pitón real está cubierta en la zona del dorso por un característico patrón irregular de manchas marrón oscuro y manchas marrón claro. Las escamas de la zona ventral tienen un color blanco o marfil.
A diferencia de otras pitones, la pitón real no es tan agresiva y tiene un comportamiento tímido. Por tal razón, cuando se siente amenazada, suele enrollarse escondiendo la cabeza con el resto del cuerpo formando una especie de ovillo. El desplazamiento de esta pitón es recto, se impulsa hacia adelante contrayendo de forma constante los músculos de su cuerpo. Durante el día permanecen ocultas y salen a cazar al caer la noche. Son más activas en la temporada de lluvia que durante la temporada seca.
La pitón real tiene una dieta carnívora. Son cazadoras de emboscada, lo que quiere decir que suelen esperar por las presas, en lugar de salir a acecharlas de forma activa. Esta es una característica propia de las serpientes de cuerpo robusto que prefieren permanecer inmóviles a que la presa se acerque. Las presas predilectas de estas pitones son los roedores que capturan con una envestida rápida. Las mandíbulas superiores e inferiores de esta serpiente son móviles, eso les garantiza una gran apertura para tragar con facilidad a las presas. Cuando se tratan de presas grandes primero utilizan su poder de constricción para desarticularles los huesos y tragarlas con facilidad, pero cuando las presas son pequeñas las engullen vivas. Estas serpientes tienen un organismo que regula el consumo de energía de forma óptima, porque en ocasiones pueden pasar varios días en ayuno.
Las pitones reales son apreciadas en las comunidades africanas por su capacidad para controlar la plaga de roedores. Cuenta con pocos depredadores naturales. Los biólogos explican que los principales depredadores de la pitón real son la cobra negra, que suele alimentarse de los ejemplares más jóvenes de la pitón real, y los humanos que la cazan para aprovechar su carne o para comerciarla como animal de mascota. Estas serpientes tienen una gran capacidad para camuflarse y, aunque se trata de una especie poco agresiva, pueden atacar para defenderse.
Estas serpientes tienen un tipo de reproducción ovípara y un comportamiento reproductivo poliginandroso (los machos y las hembras se reproducen con distintas parejas). En su hábitat natural suelen reproducirse desde septiembre a noviembre. Las hembras pueden desovar de uno a once huevos que cuidan celosamente hasta que eclosionan. Estas serpientes tienen un ciclo de vida de hasta veinte años en cautiverio. Se cree que en estado salvaje estas serpientes pueden llegar a vivir hasta diez años.
Estas serpientes habitan en las planicies y los bosques de ciertas zonas de África. Prefieren los lugares cercanos a las corrientes de agua para beber y refrescarse. Aunque son buenas escalando y desplazándose en las ramas de los árboles pasan la mayor parte del tiempo ocultas bajo la tierra en guaridas, troncos o rocas. Pueden encontrarse en:
La pitón real es bastante popular entre los criadores de serpientes. Existen variaciones de estas pitones creadas de forma artificial en cautiverio. Por tal razón es común encontrar pitones reales amarillas, blancas y albinas. Estas son alimentadas con roedores. En algunos lugares, como España, la pitón real es considerada una especie invasora.