El pinzón vulgar, Fringilla coelebs, es un bello y común pájaro, emparentado con el jilguero y el verderón, ligeramente mayor que el gorrión, mide unos 15 centímetros y pesa en torno a los 23 gramos, de silueta algo rechoncha, cabeza grande y redondeada y pico corto y grueso, de granívoro. Ambos sexos destacan, sobre todo en vuelo, por las franjas alares y los extremos laterales de la cola de color blanco.
El macho es inconfundible por la combinación de los tonos rosados del pecho, mentón y mejillas, con la caperuza y nuca de color azul-pizarra, la espalda parado-castaño y el obispillo verde oliva, tonos que se avivan en primavera. La hembra y el joven presentan un plumaje mucho más discreto, de color pardo-oliváceo por encima y gris uniforme por debajo.
El pinzón vulgar es un pájaro activo e inquieto, que se encuentra en bandadas más numerosas en invierno. Tiene un vuelo ondulado y potente, durante el cual suele emitir su característico reclamo “pino-pino”, muy sonoro. El canto es fuerte y corto, a modo de gorjeo rápido, pero no es raro que incorpore notas del canto de otros pájaros a su repertorio.
Fringilla coelebs ha sido tenido tradicionalmente como pájaro de jaula, por ello se ha capturado masivamente con todo tipo de artes ilegales a pesar de ser una especie protegida.
El pinzón vulgar es un pajarillo que puede vivir entre 6-8 años, aunque de forma extraordinaria puede llegar en cautividad más algo más de 13 años.
El pinzón vulgar habita en áreas boscosas y arbustivas de montaña, hasta superar los 2000 metros de altura en algunos casos, altiplanos y prados con árboles dispersos. En otoño e invierno está mucho más extendido, llegando hasta el nivel del mar y abundando en espacios abiertos, como cultivos y huertos.
Es muy común por toda Europa y en especial la Península Ibérica e islas Baleares, lo es mucho más en invierno con la llegada de ejemplares procedentes del norte de Europa. En Canarias viven 3 subespecies endémicas, sin contar con el valioso pinzón del Teide, que una especie aparte. En el continente africano lo encontramos en los bosques de la zona norte y también es muy frecuente en el noroeste de Asia.
El pinzón vulgar se alimenta de granos, semillas y bayas silvestres, pero también captura gran cantidad de insectos y gusanos nocivos para la agricultura. La alimentación los descendientes de pinzón depende de la especie y el área geográfica, por ejemplo, la mayoría son alimentados solo con insectos y arácnidos, mientras que otras especies la dieta de sus pollos es con semillas y bayas que la hembra regurgita para así facilitar la digestión de los pollos.
Los machos de Fringilla coelebs se vuelven muy agresivos en la época previa al apareamiento, siendo frecuentes las peleas entre ellos. Construyen el nido en la copa de los árboles. La puesta consta de 4 a 6 huevos, y la incubación, de unos 13 días, que corre a cargo de la hembra.
La evolución de los polluelos depende de la cantidad de insectos que haya en la época de nacimiento, un descenso de insectos puede aumentar la mortalidad de estas crías voraces.
La hembra de pinzones vulgares, al igual que todos los miembros de la familia Fringillidae, realizan todo lo relacionado con la crianza y el desarrollo de sus polluelos, desde crear el nido, la incubación y la alimentación de los pequeños hasta que son independientes y pueden volar.