El pepino de mar u holoturia es una criatura marina que forma parte de la clase de los holoturoideos. En esta entrada compartimos información relacionada con la holoturia: sus características, alimentación, hábitat, reproducción y otros datos de interés.
Con frecuencia muchas personas creen que el pepino de mar es un vegetal marino. Las razones por las cuales algunos piensan que los holoturoideos son vegetales se encuentran en su nombre común, en su forma (que ciertamente recuerda a un pepino), y en la aparente nula movilidad de los individuos de la especie. La verdad es que las holoturias son animales y están emparentados con los erizos y con las estrellas de mar. En la actualidad existen más de mil setecientas especies identificadas por los científicos aunque algunos biólogos marinos afirman que existen más especies. Estas criaturas son muy preciadas como alimento y el valor de su carne en el mercado suele ser alto. También cumplen un importante rol ecológico manteniendo el equilibrio del ecosistema oceánico. Los científicos insisten que no es del todo correcto llamar a este animal “pepino de mar” pero el uso de ese nombre común está muy extendido, en distintas regiones del mundo se le conoce de manera similar. El nombre científico de la clase es: Holothuroidea que viene del griego antiguo holythurion y que puede ser traducido como: “que se mueve por completo”.
La principal característica de los pepinos de mar es la particular forma de su cuerpo alargado y fusiforme que los biólogos especialistas describen como vermiforme (que quiere decir que tienen forma de gusano). Aunque también existen pepinos de mar que tienen otras formas, algunos son esféricos, otros son tan alargados y finos como una serpiente, mientras que algunos recuerdan orugas tentaculadas. Sin importar su forma todos los pepinos de mar cuentan con una especie de endoesqueleto formado por un conjunto de piezas calcáreas que están unidas a través de tejido conjuntivo, este esqueleto se encuentra debajo de la piel del animal y es un rasgo que comparte con otras especies de la filo Echinodermata. En algunos casos las piezas óseas que forman esa estructura son como una auténtica armadura interna, pero existen especies que carecen de ese anillo protector calcáreo.
Un rasgo muy peculiar de los holotúridos es la capacidad que tienen para controlar el grosor de su cuerpo. Esto lo logran gracias al colágeno que se encuentra en el interior de sus cuerpos y que puede expandirse y distribuirse por toda su anatomía o concentrarse en ciertas zonas específicas. Esa capacidad les permite a los pepinos de mar escabullirse y esconderse en algunas grietas o hendiduras. En la mayoría de los casos ese colágeno se encuentra unido, formando un bloque o barrera protectora y dándole al animal una apariencia robusta y musculosa. El tamaño de estas criaturas varía de especie a especie, en la mayoría de los casos los pepinos de mar suelen medir de diez a treinta centímetros, algunos tienen dimensiones más modestas y apenas logran alcanzar los tres milímetros de longitud, mientras que ciertas especies son conocidas por crecer hasta los tres metros de largo.
Otra característica de los pepinos de mar es que en uno de los extremos de su estructura tubular se encuentra su boca y en el otro el orificio anal. También cuentan con pequeños apéndices o tentáculos cerca de la boca y de estructuras ambulacrales que les permiten el movimiento. Según los biólogos marinos los tentáculos que rodean la boca de estos animales son tubos alimentarios que evolucionaron y que desarrollaron esa forma. En ciertas especies esos tentáculos bucales son pequeños, retráctiles y simples mientras que en otras pueden ser grandes estructuras complejas.
Como ocurre con las otras criaturas de la filo Echinodermata los pepinos de mar no cuentan con pulmones o branquias, respiran a través de un sistema conocido como árboles respiratorios. Estos árboles extraen las moléculas de oxígeno que se encuentran en el agua y que los pepinos absorben a través de la cavidad anal, lo que resulta curioso pues quiere decir que estos animales respiran a través del ano. Esos árboles o tubos respiratorios son un rasgo bastante particular que comparten con los gusanos celomados con los que no tienen ningún tipo de parentesco o vínculo genético.
Estos particulares animales se alimentan principalmente de plancton y de restos de materia orgánica marina. La forma en la que consiguen su alimento varía de especie a especie. Algunos pepinos de mar se ubican y esperan en algún lugar estratégico para atrapar el alimento con sus tentáculos abiertos. Otros comen en los sedimentos del fondo marino y algunas especies de pepinos de mar llegan incluso a ocultarse en la arena de las profundidades para capturar el plancton desde allí. Los científicos explican que la anatomía de estos animales está condicionada por el tipo de alimentación que practican. Así los pepinos que comen en las profundidades y que excavan en el sedimento tienen tentáculos especializados en excavar y que pueden ser descritos como pequeñas palas. Los pepinos que filtran el agua para extraer nutrientes desarrollaron una compleja estructura de tentáculos que bien recuerdan a una red o a la rama de un árbol. Otras especies de pepinos cuentan con tentáculos ágiles como dedos que sirven para raspar el sedimento y encontrar el material nutricional. El sistema digestivo de las holoturias también varía de especie a especie. Algunos tienen aparatos digestivos extremadamente simples donde la faringe se conecta directamente con el intestino, aunque el sistema digestivo de la mayoría de los pepinos de mar está formado por un esófago y un estómago. El intestino de los pepinos de mar casi siempre es largo, antes de terminar en el ano o en la cámara cloacal da vueltas tres veces en el interior del animal.
Aunque no podamos saberlo a simple vista, los pepinos de mar son una especie dioica, es decir: hay machos y hembras que pueden producir gametos a través de un aparato reproductor sencillo compuesto por una gónada. La mayoría de las especies de pepinos de mar se reproducen liberando óvulos y esperma en el agua. Algunas especies de pepinos de mar se reproducen por fertilización interna, esas especies casi siempre gestan por completo a sus crías en el interior de sus cuerpos y dan a luz. Son pocas las variedades de holoturias que se reproducen así, la mayoría de los pepinos de mar comienzan su vida como larvas que nadan libremente en el océano. En esa primera fase las larvas son diminutas (miden un milímetro apenas) y en ese estado de desarrollo a la larva se le conoce como auricularia. Pasadas unas semanas esa larva casi microscópica crece y en su cuerpo comienza a observarse la forma cilíndrica característica de la especie, en esta fase se les conoce como doliolaria. El último estado de desarrollo del pepino de mar es llamado pentacularia y comienza con la aparición de los tentáculos.
La clase Holothuroidea tiene su habitat en las aguas de los océanos de todo el planeta, pero con mayor abundancia en la zona asiática del Océano Pacífico. Los pepinos de mar habitan principalmente en las profundidades y representan el noventa por ciento de la población animal del fondo oceánico.
Están adaptados a las profundidades extremas, pueden encontrarse a partir de los cinco mil metros de profundidad. Muchas especies viven cerca de los nueve mil metros y algunas incluso viven a diez mil quinientos metros de profundidad.
Los pepinos de mar cuentan con un curioso mecanismo de defensa para ahuyentar a los depredadores y posibles amenazas. Este mecanismo defensivo consiste en la expulsión de sus órganos internos acompañados de una toxina que puede resultar venenosa en los humanos y que en ciertos casos puede tener graves consecuencias. Los buzos y submarinistas expertos que exploran ciertas zonas del lecho marino saben cuáles son los pepinos de mar más peligrosos, algunos pueden ser tocados y no representan ninguna amenaza para las personas, pero otros podrían enceguecer por completo a un humano adulto sano.
Pese a que, para algunos, estos animales podrían tener una apariencia desagradable, existen tradiciones culinarias donde el pepino de mar es considerado una gran fuente de proteína y un auténtico manjar. Desde tiempos remotos en Asia, África y Australia se ha practicado el comercio de la holoturia. Su carne se vende seca o fresca y en algunos casos el kilo de carne de pepino de mar puede alcanzar unos cuantos cientos de euros.
Aunque en la milenaria medicina asiática son reconocidas las propiedades curativas del pepino de mar tanto para curar enfermedades como para la alimentación sana y depurativa, en la medicina occidental apenas se comienzan a estudiar las posibles aplicaciones que podría tener la holoturia para tratar problemas de salud. Los científicos creen que los holoturoideos podrían brindar pistas que permitan comprender mejor el proceso de reparación de los tejidos. propiedades curativas del pepino de mar
Los pepinos de mar son unos animales muy peculiares y en este apartado compartimos algunos datos curiosos.