Murciélago blanco (Ectophylla alba)

El murciélago blanco es un quiróptero de particular aspecto que se encuentra en los bosques lluviosos del territorio centroamericano, razón por la cual se le conoce como murciélago blanco de Honduras. Pero, exactamente, ¿qué es el murciélago blanco?, por lo general las personas suelen creer que todos los murciélagos son unas criaturas de aspecto fiero, sombrío. Pero el murciélago blanco de Honduras es una especie de quiróptero que no cuenta con una apariencia sombría, de hecho, los biólogos especialistas dicen que es uno de los murciélagos que más cautivan a los entusiastas de los mamíferos voladores. Tal como lo sugiere su nombre común, tiene un pelaje claro que en algunos casos puede ser cenizo, pero casi siempre es blanco. Algunos lo comparan con el murciélago fantasma (Diclidurus albus), pero no todos los ejemplares de esta especie tienen el pelaje tan claro como el murciélago blanco. El color del pelaje del animal es un atributo destacable, no solo por la apariencia o la estética. Los científicos explican que de las casi mil quinientas especies de murciélagos que existen solo seis tienen el pelaje blanco y ninguna destaca tanto como el murciélago blanco centroamericano. La especie fue descrita científicamente por primera vez en 1892 por el científico norteamericano Harrison Allen. Su nombre científico Ectophylla alba hace referencia a la forma de hoja de las orejas del animal (phylla viene del griego antiguo phúllon, que significa hoja) y al color del pelaje (alba significa blanco).

¿Cuáles son las características del murciélago blanco de honduras?

Además del pelaje claro, este quiróptero destaca por su tamaño y es una de las razones por las que se considera un murciélago atractivo. Es un quiróptero bastante pequeño, los ejemplares más grandes llegan a medir cuarenta y siete milímetros como máximo (poco más de cuatro centímetros y medio). Por eso pueden describirse como unas pelotas de golf con alas (la envergadura alar de esta especie no sobrepasa los diez centímetros.). También son unas criaturas livianas, pueden pesar de cinco a seis gramos. Usualmente se dice que existe dimorfismo sexual que puede apreciarse en las diferencias que tienen la hembra y el macho en el tamaño, pero no existen suficientes registros que sustenten esa afirmación.

Otro aspecto destacado de la anatomía de este animal es el pigmento amarillo brillante de su nariz, la parte interna de sus orejas y sus labios. Ese color es consecuencia de la presencia elevada de caroteno (es el único mamífero que cuenta con suficientes concentraciones de caroteno como para que la piel se pigmente de forma notable). Los biólogos han encontrado que existe una relación directa entre la intensidad de la pigmentación amarilla y la edad del murciélago blanco, los ejemplares adultos suelen tener un amarillo más intenso en las orejas que los ejemplares jóvenes. también existen variaciones relacionadas con la edad y el sexo pues los machos adultos suelen tener narices y orejas con un amarillo más brillante que las hembras adultas. Mientras que en los ejemplares jóvenes de ambos sexos no se aprecia ninguna diferencia cromática, lo que indica que el color puede ser un rasgo que utilizan las hembras adultas para elegir a los machos con los que se aparean, esto se considera una forma de dimorfismo cromático y es muy común en otros animales como las aves.

¿De qué se alimenta el murciélago blanco?

Esta especie se alimenta de frutas y junto con los murciélagos Ametrida centurio son los quirópteros frugívoros más pequeños del mundo, pues la mayoría de los murciélagos que se alimentan de forma exclusiva de frutas son los megaquirópteros. Su alimento predilecto es el ficus, pero se cree que tiene otras fuentes complementarias de comida.  

Reproducción

Sobre la reproducción de esta especie se sabe poco. Los machos son polígamos y pueden fecundar hasta seis hembras por colonia, por eso los partos de las hembras de un grupo de murciélagos están sincronizados. Una vez que el macho fecunda a las hembras abandona el grupo y se va en busca de un grupo de hembras más jóvenes. Los murciélagos blancos recién nacidos vuelan por primera vez cuando cumplen veinte días, cuando llegan a treinta y cinco días de vida ya cuentan con todas las características de los ejemplares adultos.

Área de distribución y hábitat

El murciélago blanco puede encontrarse en:

  • Panamá
  • Nicaragua
  • Honduras
  • Costa Rica

Suele habitar en los bosques lluviosos de Centro América donde aprovecha las grandes hojas de ciertas plantas, como la heliconia, para construir unos nidos que recuerdan una tienda o carpa. Esta particular forma de refugio también es desarrollada por otras veinte especies de murciélagos. El murciélago blanco dobla las hojas de la heliconia hacia abajo para formar un toldo en el que suelen vivir varios ejemplares. Estas carpas son construidas de forma colectiva por varios murciélagos. No es una tarea exclusiva de la hembra o del macho, se han observado ejemplares de ambos sexos elaborando estos refugios.

En una carpa de heliconia pueden vivir hasta quince murciélagos blancos. Estos quirópteros utilizan estas hojas para protegerse de la frecuente lluvia de los bosques de América Central. Los biólogos han descubierto que los grupos de murciélagos blancos suelen tener más de una carpa en distintos lugares del bosque y van alternando la ocupación en función de las condiciones del clima o las posibles amenazas. De la elección de la hoja (su ubicación, tamaño) depende en gran medida la supervivencia de una colonia de murciélagos blancos. Por lo general seleccionan las hojas más jóvenes que son más fáciles de doblar y además garantizan una mayor durabilidad.

Estado de conservación

La especie se encuentra amenazada, estudios indican que la población de murciélagos blancos ha descendido de forma considerable en los últimos años (más del treinta por ciento, según algunas fuentes). El murciélago blanco es una especie muy vulnerable porque tiene una alimentación muy especializada y las zonas donde suele encontrar su alimento han sido intervenidas por el hombre para aprovechar las tierras con fines agrícolas.