El mirlo acuático, denominado Cinclus cinclus, es un pájaro inconfundible tanto por su aspecto como por el hábitat que ocupa. Mide de 16-18 centímetros de longitud y hasta 75 gramos de peso, es un ave rechoncha, con la cola corta, a menudo izada. Las patas son relativamente largas, con los pies grandes. Los mirlos acuáticos adultos tienen el plumaje del dorso, las alas y la cola de color pardo-negruzca, la cabeza y las partes inferiores de oscuro achocolatado. Esta ave destaca por la amplia mancha blanca de la garganta y el pecho, muy visible incluso desde lejos. Los jóvenes son de color gris pizarra, por encima, y gris claro moteado por debajo, con la macha blanca muy difuminada, patas amarillentas y pico claro.
El Cinclus cinclus es un ave solitaria, de hábitos acuáticos, tanto en ríos y arroyos de fuerte corriente, que nada bien, bucea y camina bajo el agua con admirable agilidad, en busca de sus presas. En muchas ocasiones lo encontramos erguido en las piedras rebotando y sacudiendo la cola de forma espasmódica. El mirlo acuático tiene un vuelo muy raudo y rasante sobre los cursos de agua.
Es muy sensible a la contaminación por eso su población a descendido por aguas impuras y por la destrucción de los ríos de alta montaña.
El mirlo acuático vive en arroyos, torrentes y lagos de montaña de montaña, superados incluso los 2000 metros de altitud, siempre en aguas puras y no contaminadas. Con frecuencia en tramos cascadeantes y de corrientes agitadas. En época de heladas bajan de altitud a aguas no congeladas.
Este mirlo es común en casi toda Europa.
El mirlo acuático se alimenta de insectos acuáticos, pequeños moluscos, crustáceos y también pececillos.
El mirlo acuático construye nidos a orillas del agua, a poca altura de esta, oculto en rocas, cascadas y hasta en puentes. La puesta consta de hasta 5 huevos y la incubación 18 días, realizada sólo por la hembra. Los pollos permanecen en el nido unos 25 días y cuando lo abandonan aún no son buenos voladores, pero en cambio sí excelentes nadadores. Al mes de vida, ya son casi totalmente independientes. A principios de verano puede producirse una segunda puesta.