La mantis orquídea es una especie conocida por los científicos como Hymenopus coronatus o como Hymenopus bicornis. Comúnmente es llamada mantis orquídea rosada, pero recibe varios nombres, entre los que se encuentran: mantis orquídea malaya y mantis flor caminante. Por sus características físicas y su comportamiento, forma parte de un grupo de insectos llamados: mantis florales. Fue descrita por primera vez en 1889 por el naturalista británico Alfred Russel Wallace. El científico contaba en sus apuntes que se trata de un insecto raro de gran belleza y con una gran capacidad para camuflarse, de hecho, el ejemplar que él estudió fue capturado por error por un botánico que creía que se trataba de algún tipo de orquídea.
La principal característica de las mantis de la especie Hymenopus coronatus es el parecido que tienen con las flores de la orquídea Phalaenopsis. Esto lo logran gracias a unos lóbulos que se encuentran en sus cuatro patas andantes que recuerdan a los pétalos de las flores. Estos lóbulos, por lo general, son de color rosa oscuro o rosa claro, según la intensidad de la coloración de las flores que crecen en la zona, pero también existen mantis orquídeas blancas, violetas o marrones. Algunos ejemplares pueden tener una mezcla de varios colores. Son las características del entorno (temperatura, humedad) las que condicionan la pigmentación que tendrán estos insectos. Esta coloración les permite practicar lo que los biólogos denominan mimetismo agresivo. Otra particularidad de la especie Hymenopus coronatus es que en ella se observa un marcado dimorfismo sexual que se observa en el tamaño, según los especialistas es el caso más extremo de dimorfismo entre las mantis. Las hembras suelen ser notablemente más grandes que los machos. Las hembras pueden llegar a medir hasta siete centímetros, mientras que los machos apenas llegan a crecer como máximo hasta los dos centímetros y medio. En el aspecto fisionómico la principal diferencia que existe entre la mantis orquídea y las otras especies de mantis religiosa se encuentra en los lóbulos de las patas andantes que imitan a los pétalos de las flores, el resto de la anatomía de este insecto tiene la misma estructura que el cuerpo de las otras mantis, así sus dos patas frontales (llamadas patas raptoriales) presentan las características que las convierten en unas extremidades ideales para la captura de presas.
Esta mantis practica lo que se conoce como cacería de emboscada. Esta forma de depredación pasiva consiste en la captura de presas desde un escondite. En este caso la mantis orquídea rosada espera camuflada entre las flores a que los insectos polinizantes más grandes se acerquen para capturarlos. Los entomólogos explican que es la hembra la que desarrolla este tipo de cacería, lo que le da una gran ventaja respecto al macho, y por esa razón las hembras de la especie suelen crecer más. La dieta de la mantis orquídea malaya es carnívora, se alimenta de insectos como: moscas, escarabajos, abejas, mariposas y grillos. Existen registros de casos de canibalismo en la especie.
Es una mantis de actitud tranquila. Las hembras pueden pasar la mayor parte del día escondidas entre las flores por lo que procuran hacer la menor cantidad de movimientos. Los machos son más activos y esquivos, los entomólogos han observado que en caso de amenaza las hembras suelen permanecer inmóviles mientras que los machos tratan de evitar contacto con el posible depredador por lo que tienen una fuerte tendencia a huir volando. Aunque se han observado conductas caníbales en las mantis orquídeas, también son una especie de mantis con un marcado comportamiento parental pues suelen resguardar a sus huevos y alejar a los depredadores.
La mantis orquídea habita en los bosques lluviosos del sudeste asiático, puede encontrarse en países como:
Al ser una de las especies de mantis más coloridas y llamativas, también es una de las más buscadas como mascota. A diferencia de otras especies la mantis orquídea requiere ciertas condiciones especiales para su cría en cautiverio. Los criadores expertos recomiendan tener un control total de la humedad y la temperatura del terrario donde vivirá la mantis. Se recomienda mantener una humedad relativa de sesenta a ochenta por ciento. Una temperatura diurna de veinticinco a treinta y cinco grados centígrados y una temperatura nocturna de dieciocho grados centígrados. Las dimensiones ideales de un terrario para esta especie son treinta centímetros de largo, por veinte centímetros de alto y ancho. El alimento preferido de estas mantis son los insectos voladores vivos.