Con frecuencia las personas que buscan información sobre las luciérnagas se preguntan: ¿Qué es una luciérnaga? Una luciérnaga es un insecto que forma parte del orden Coleoptera y de la familia Lampyridae. La mayoría de especies de luciérnagas no son muy vistosas debido a su color oscuro y a su forma poco llamativa ya sea de su cuerpo blando de la hembra o del aspecto típico de pequeño coleóptero del macho. Esto hace que no se les preste mucha atención hasta que se observa una característica insólita, la capacidad de emitir una luz fosforescente a través de un órgano lumínico en el extremo de su abdomen. En la actualidad a los miembros de este grupo de insectos se les conoce, dependiendo de distintos lugares del mundo, por diferentes nombres, son llamados: gusanos de luz, cocuyos, curucusíes, bichos de luz o larvas de luz.
Si alguna vez te has preguntado cómo son las luciérnagas en este apartado encontrarás todo sobre las partes de una luciérnaga. Los rasgos fisionómicos de los coleópteros Lampyridae varían de especie a especie. Con frecuencia se suele pensar que las luciérnagas son unos insectos con idénticas características físicas, pero existen más de dos mil especies y todas presentan ciertas variaciones morfológicas (hablamos de forma, color, cantidad de antenas y otros rasgos menos evidentes).
En la mayoría de especies existe un claro dimorfismo sexual, estas variaciones entre macho y hembra de una misma especie dificultan a entomólogos describir con detalle al extenso grupo Lampyridae. Entre estas variaciones se aprecian que los adultos de las distintas especies de luciérnagas tienen diferentes tamaños, volumenes y también la forma en la que se desarrollan de estas criaturas luminosas. Atendiendo a estas variaciones podemos distinguir:
Son las luciérnagas machos de mayor tamaño, pero que apenas llegan a medir dos centímetros y medio o una pulgada.
Son las hembras adultas de luciérnaga de especies no voladoras, que conservan una apariencia larval. Son gusanos de luz adultos con los órganos sexuales desarrollados pero que siguen conservando la apariencia lampyridae larvae. Por eso en algunos casos la única diferencia que existe entre la luciérnaga hembra y sus larvas hijas es el tamaño y los ojos (las luciérnagas adultas tienen grandes ojos compuestos bien desarrollados).
Las partes de la luciérnaga varían en función de la especie y del sexo:
Por lo general creemos que todas las luciérnagas vuelan, pero el caso es que muchas hembras siempre conservan el aspecto larvario y no desarrollan alas. Las alas en las luciérnagas son una característica del macho. Los machos Lampyridae utilizan sus alas y su capacidad para volar para encontrar pareja.
Por otra parte, en las especies de Lampyridae que poseen alas desarrolladas, en ambos sexos, y aptas para el vuelo, se agrupan formando enjambres donde revolotean a escasos centímetros de los campos. La finalidad de los vuelos es la de entrar en contacto sexualmente consolidando el acercamiento a través de acrobacias nupciales. El vuelo es acompañado de su órgano luminoso emitiendo destellos con un patrón identificable por los miembros de la misma especie, con el fin de evitar contactos fallidos con otras especies incompatibles.
Las luciérnagas tienen tres pares de patas, además cuentan con un par de antenas delgadas con cierto nivel de especialización.
Una pregunta frecuente que suelen hacer los entusiastas de estos insectos luminosos es ¿Cuánto vive una luciérnaga? La duración del ciclo vital de las luciérnagas varía de especie a especie. Si se contabiliza todo el tiempo que estos insectos permanecen en estado larval, las distintas fases de desarrollo posterior y la fase adulta se tiene que en promedio las luciérnagas viven un año. En su fase adulta tienen una breve existencia, rara vez superan los 30 días, esto se debe a que su principal objetivo es la procreación, dedican su escasa longevidad a buscar una hembra con la que acoplarse. Esta afirmación es corroborada debido a que se alimentan de forma esporádica. Las especies de luciérnagas más longevas pueden llegar a vivir hasta dos años (si se contabiliza el tiempo que pasan como larvas de lampyridae).
Las luciérnagas brillan porque son capaces de realizar un proceso bioquímico conocido como bioluminiscencia. Si bien muchas criaturas en el reino animal son capaces de producir luz a través de la bioluminiscencia, este proceso en las luciérnagas es diferente gracias a la enzima conocida como luciferasa.
Faro lampírido, el órgano bioluminiscente
¿Cómo emiten luz las luciérnagas? El órgano luminoso es el responsable, situado en el final del abdomen, funciona de una forma totalmente distinta a la de cualquier animal que produzca luz. Al analizar el órgano que emite luz, este tiene forma de faro de vehículo. Comparándolo parte a parte la pieza exterior transparente en la luciérnaga sería una capa quitinosa que es transparente como el cristal. Tras este tejido exterior, encontramos su interior o siguiente capa, que es un relleno de células situadas a presión con una función refractante. Finalmente, tras esta capa de células llegamos a la “bombilla”, es decir una estructura orgánica que forma el núcleo origen de la emisión de luz.
Este núcleo es capaz de producir bioluminiscencia como resultado de un proceso químico, exactamente la oxidación de la luciferina que, mezclada con el oxígeno, el calcio y sobre todo de la enzima luciferasa, se libera energía con el aspecto amarillo verdoso y brillante que muestra este coleóptero en su abdomen.
Pero, ¿Cómo emite luz la luciérnaga sin producir calor? La bioluminiscencia no es un proceso de combustión, la luz de las luciérnagas es fría como la que pueden emitir ciertos juguetes o algunas barritas luminosas.
Las distintas especies lampyridae producen destellos lumínicos, eso es algo que todos sabemos, incluso muchos pueden explicar el proceso mediante el cual las luciérnagas producen luz. Ahora lo que no sabe todo el mundo es porque las luciérnagas iluminan. Los especialistas explican que la luz de las luciérnagas tiene diferentes propósitos:
Aunque es el rasgo más conocido de las luciérnagas la verdad es que no todas pueden emitir luz. Hay especies diurnas que no tienen la capacidad de producir luz a través de la bioluminiscencia, esas especies se comunican a través de señales químicas.
La alimentación de las luciérnagas varía de acuerdo con su estado de desarrollo. Las larvas de luciérnagas se alimentan principalmente de caracoles, babosas y gusanos. Para alimentarse inoculan una sustancia que paraliza a sus presas y que destruye los tejidos hasta volverlos líquidos como una papilla que es ingerida por la boca, tal como suelen hacer las arañas. Las mandíbulas de las larvas son afiladas y permiten agarrarse a la presa sin que tenga posibilidad de huir. Estas mandíbulas presentan un conducto deferente por el que expulsan el veneno impulsado desde las glándulas veneníferas.
Las luciérnagas adultas se alimentan de otras luciérnagas más pequeñas, de polen y néctar y algunas luciérnagas en su fase adulta ni siquiera se alimentan.
Por otra parte, existe un cierto canibalismo entre especies. El macho corre el riesgo de equivocarse de semáforo taxonómico, lo que da lugar a que la hembra lo devore. En realidad no es un error del macho sino que la hembra cuando necesita alimentarse responde con emisiones de pulsos cortos imitando la secuencia de onda de otra especie de la familia Lampyridae.
¿Donde habitan las luciérnagas? El hábitat de estos insectos varía de especie a especie. Tienen un área de distribución muy amplia, por lo que en cada región pueden encontrarse en zonas con características distintas, aunque siempre suelen preferir los lugares con cantidades considerables de agua estancada y humedad (incluso las luciérnagas que habitan en las zonas más áridas y secas suelen encontrarse cerca de fuentes de agua).
Una prueba de que estos insectos prefieren los lugares cálidos y húmedos es el fenómeno que puede observarse en el Santuario de luciérnagas en Tlaxcala, Puebla y Valle de Bravo (México). Ese santuario es un bosque de doscientas hectáreas donde es posible apreciar millones de luciérnagas durante la época de luciérnagas (de junio a julio), la lluvia de luciérnagas es un acontecimiento único en el continente americano (en Nueva Zelanda, específicamente en Isla del Norte también hay un santuario de luciérnagas donde puede apreciarse un espectáculo similar). Si eres de los que se pregunta “donde puedo encontrar luciérnagas” debes saber que es posible observar estos insectos aunque estés lejos de los santuarios de gusanos de luz de México o Nueva Zelanda. Solo debes tener en cuenta que la mejor época para ver luciérnagas puede variar según las condiciones climáticas de la zona donde vivas (recuerda que las luciérnagas prefieren el calor del verano). Una buena forma de encontrar una ruta de la luciérnaga es acampando lejos de la ciudad, porque la contaminación lumínica te impedirá apreciar el espectáculo de luciérnagas en todo su esplendor.
En algunas zonas boscosas cerca de la costa asiática, las luciérnagas iluminan, en forma de destellos intermitentes, toda la línea costera actuando de faro natural, algo que aprovechan los navegantes.
El apareamiento de las luciérnagas tiene lugar en verano, durante los días más calurosos. Estos insectos dedican toda su vida adulta al cortejo y a la reproducción, para atraer a sus parejas utilizan la bioluminiscencia (algunas especies no cuentan con la capacidad de emitir luz y por eso solo liberan feromonas). Por otra parte, las hembras de las especies no aladas trepan hasta las puntas de las hiervas y arbustos, desde donde encienden su órgano bioluminiscente para iniciar reclamos sexuales luminosos.
Iniciada la primera fase de la reproducción de las luciérnagas, exactamente el acoplamiento, a mediados de verano la luciérnaga hembra excava en la tierra para realizar la puesta de los huevos, que fragmenta en varios enterramientos. Esta diversificación garantiza un mínimo de descendientes si algún depredador encontrará parte de la puesta. Tras la puesta se inicia el ciclo de vida de las luciérnagas que tiene cuatro estadios bien diferenciados:
En ciertos lugares ver luciérnagas puede ser un tanto difícil por la contaminación lumínica, por eso algunos entusiastas de estos insectos con bioluminiscencia dicen que la mejor forma de disfrutar de los gusanos de luz es directamente cazando luciérnagas. Con frecuencia los fanáticos de las larvas luminosas que quieren ahorrarse el esfuerzo que puede suponer capturarlas se preguntan dónde comprar luciérnagas, pero los proveedores de insectos y las tiendas especializadas no las comercializan. Si quieres criar luciérnagas en este apartado te explicamos todo lo que necesitas saber para comenzar.
Lo primero que debes tener en cuenta es que estos son unos insectos bastante frágiles que no toleran la mayoría de las condiciones de los ambientes urbanos (luces, temperatura). Aun así existen muchas personas que han logrado criar luciérnagas. Lo más difícil es atraer a los primeros gusanos de luz. Si no puedes atraerlos a tu jardín una buena forma de capturarlos es al atardecer cerca del bosque o en un parque. Las redes de tela fina son bastante útiles para atrapar luciérnagas, pero debes tener cuidado.
También es importante tener en cuenta que para criar luciérnagas en casa necesitas ejemplares de ambos sexos. Las hembras de la mayoría de las especies no vuelan, por eso las tendrás que atrapar en el suelo o en la vegetación. Una vez tengas algunos machos y un par de hembras puedes llevarlos a tu jardín. Recuerda que estos bichos prefieren la humedad y los lugares oscuros y tranquilos, por eso se recomienda acondicionar el jardín y preparar todo para cuando los huevos eclosionen. Las larvas se alimentan de caracoles y babosas de jardín. Estos son fáciles de conseguir, la idea es que las larvas cuenten con alimento suficiente para sobrevivir y llegar a la fase adulta.
En la actualidad las luciérnagas están continuamente reclasificándose. Esto se debe a que se descubren nuevos ejemplares y a que se realizan estudios que alteran la clasificación previa debido a la similitud de estos insectos.