El ocelote es un pequeño felino o gato salvaje muy conocido en el territorio mexicano (de hecho el origen del nombre del ocelote es mexicano, concretamente Náhuat). En esta entrada encontrarás todo sobre el ocelote: sus características, hábitat, comportamiento, estado de conservación.
Muchos entusiastas de los felinos se preguntan con frecuencia qué es el ocelote. El ocelote es un animal mamífero carnívoro de la familia Felidae y del género Leopardus. El felino ocelote es un gato salvaje que puede ser confundido con otras especies como el margay y la oncilla.
En cada uno de los territorios donde habita el ocelote se le conoce con un nombre común distinto. En ocasiones recibe el mismo nombre que otras especies, como ocurre con el jaguar. La palabra ocelote es una voz que viene del náhuatl y que designaba principalmente al jaguar, pero los nativos la utilizaban con el ocelote por extensión, por las semejanzas que hay entre ambas criaturas. Aunque existe otra teoría acerca del origen del nombre de este gato salvaje. Esa segunda teoría explica que la palabra ocelote viene del latín ocellatus que puede ser traducido como “que tiene marcas punteadas como ojos” y que hace clara referencia a la piel del animal, en la que se observan unas motas pardas que parecen ojos.
El nombre científico de este felino es Leopardus pardalis, aunque antes fue conocido como Felis pardalis. El nombre común más utilizado es el de Ocelote, pero también se le conoce como:
Teniendo en cuenta que los felinos de las distintas especies del género Leopardus son muy parecidas, son frecuentes las confusiones, por eso muchas personas se preguntan ¿Cómo es un ocelote? En esta sección respondemos a esa inquietud. Lo primero que tenemos que decir acerca de las características de este animal es que se trata de una criatura que suele medir de cincuenta y cinco centímetros a un metro y que tiene una cola de gran tamaño que en algunos ejemplares mide cuarenta centímetros, pero en los ejemplares más grandes alcanza hasta el medio metro de longitud. No existe una gran diferencia con respecto al peso de los machos y las hembras, un ocelote macho puede llegar a pesar, como máximo, quince kilos y medio mientras que las hembras, como máximo, pesan doce kilos. Otro rasgo característico de la especie es el pelaje. El pelaje del ocelote se caracteriza por la presencia de marcas pardas que en la parte dorsal son grandes y multicolores (negras en los bordes, pero marrones en el interior, lo que recuerda a un ojo delineado), en las extremidades y en la zona ventral las marcas son más pequeñas, son simples motas oscuras. El resto de la piel del ocelote es de un amarillo bastante particular que se va haciendo blancuzco conforme se acerca a la zona del vientre. Tiene un pelaje bastante corto y en cada individuo las marcas dibujan un patrón único que es usado por los expertos para identificarlos. Los biólogos diferencian a los ocelotes de otros felinos como el margay y la oncilla por el espesor del pelaje y por las formas de las marcas del cuerpo y de la cola.
Los ocelotes habitan en América, su área de concentración es amplia y comienza en el Suroeste de los Estados Unidos y termina en Sur América. Por lo que, además del Sur de Norte América, se puede encontrar en Centro América, en el Caribe continental y en algunos territorios insulares, las Antillas, los Andes, el Amazonas y el Nordeste Suramericano. La especie tiene presencia poblacional en los siguientes países:
Este felino comparte buena parte del rango de ubicación del jaguar, pero los expertos apuntan que ocupa un importante puesto como depredador, por encima incluso del jaguar, porque hay un mayor número de ocelotes y estos además pueden abarcar zonas a las que otros felinos no pueden acceder por ser más grandes. Debido a su amplia distribución el Leopardus pardalis está adaptado a la vida en ecosistemas muy diversos tales como la sabana, zonas montañosas, las llanuras de espino, las praderas, los bosques pantanosos y de manglares, los bosques tropicales y la selva húmeda. Estudios recientes han demostrado que la principal característica que tienen los hábitats de los ocelotes, independientemente de las condiciones del paisaje, es una gran disponibilidad de alimento y agua. Siempre evita las zonas próximas a los centros de actividad humana y los espacios donde existen otros depredadores para no tener que competir por presas.
Los ocelotes son carnívoros que necesitan de seiscientos a ochocientos gramos de carne al día para poder satisfacer las demandas nutricionales de su organismo. Son cazadores astutos, pacientes y persistentes. Suelen alcanzar a sus presas siguiendo el rastro y olfateando. Un ocelote puede recorrer hasta catorce kilómetros caminando de forma sigilosa para capturar una presa. También pueden esperar hasta una hora en completo silencio para emboscar a un animal. Si por alguna razón su objetivo se escapa, el ocelote seguirá buscando y esperando hasta lograr una captura. Prefieren cazar ocultándose en el follaje, suelen evitar exponerse en zonas sin vegetación. En su dieta se encuentran pequeños animales que no sobrepasan el kilogramo, por eso atrapan pequeños mamíferos, pero también reptiles, anfibios, aves. Algunos ocelotes han desarrollado la capacidad para capturar peces.
Estos felinos se reproducen durante todo el año, no tienen un período específico para aparearse, aunque la frecuencia del cortejo puede aumentar en algunas temporadas específicas de acuerdo con las condiciones climáticas del entorno. El periodo de gestación suele durar de dos a tres meses. La hembra da a luz a una o a tres crías, que pueden llegar a pesar hasta trescientos cuarenta gramos. Los cachorros de ocelote abren sus ojos por primera vez cuando cumplen quince o dieciocho días de nacidos. Los bebes de ocelote o crías suelen permanecer por mucho tiempo junto a la madre pues comienzan su vida en solitario cuando alcanzan la madurez sexual a los dos años.
Es un animal solitario que duerme oculto entre los árboles durante el día y despierta cuando comienza a anochecer. Estos felinos se mantienen activos hasta por diecisiete horas, hasta que regresan a su guarida que puede encontrarse en las ramas de los árboles o en el suelo (si la tierra es fresca y el entorno ofrece suficiente protección). Es un animal astuto y territorial que puede tornarse muy agresivo si siente que han invadido el espacio que marca con sus micciones. Puede escapar de sus depredadores y las amenazas subiendo a los árboles. Además de ser un excelente escalador tiene grandes capacidades para el nado.
Aunque es una especie que cuenta con una buena cantidad de ejemplares a lo largo del continente en algunos países lo consideran en peligro de extinción. Es una especie de felino muy preciada por los cazadores furtivos que matan al animal para comerciar con su piel llamativa. La caza y el comercio de la piel del ocelote están prohibidas, pese a esto la cacería ilegal es el principal peligro que amenaza a la especie. Los problemas ambientales relacionados con el deterioro del hábitat también representan un peligro para el ocelote. En Texas, por ejemplo, este felino suele encontrarse en zonas con mucha vegetación, pero en los últimos años esas tierras han sido intervenidas por el hombre para la agricultura porque son tierras vírgenes muy fértiles. Esto ha provocado lo que los ecologistas llaman la fragmentación del hábitat, así el ocelote, que es un animal que necesita de grandes extensiones de terreno para vivir, se ve acorralado en pequeñas porciones de bosque que no le brindan todo el alimento que necesita y muchos ejemplares mueren de hambre. En áreas más urbanizadas, con gran cantidad de actividad humana, algunos ocelotes mueren arrollados o golpeados por los vehículos cuando intentan cruzar las carreteras tratando de llegar a otros espacios para expandir sus territorios.
Existen diez subespecies reconocidas del Leopardus pardalis:
En este apartado enumeramos algunos datos sobre el ocelote: