Ya lo decía Gustavo Adolfo B. "volveran las oscuras golondrinas ..." y esperemos que siempre vuelvan para así verlas y disfrutar de su silueta deslizandose durante el vuelo 'golondrino'. Bueno, dejando el poema y pasando a la características de las aves de Bécquer, la golondrina, Hirundo rústica, es uno de los pájaros más familiares para el gran público. Mide entre 19-22 centímetros de los que más de la tercera parte corresponden a la larga cola que poseen. Tiene las partes superiores azul oscuros brillantes y las inferiores blancas, con la frente y la garganta rojizas. Las alas son muy largas y puntiagudas y la cola extremadamente ahorquillada.
Las jóvenes golondrinas tienen las alas y la cola mucho más cortas y carecen del color castaño rojizo de la frente.
El pájaro golondrina es un excelente volador que se pasa la mayor parte de su vida activa en vuelo. Este es potente, muy veloz y capaz de todo tipo de requiebros cuando caza, a veces casi rozando el suelo. En migraciones, en cambio, es mucho más directo y a gran altura.
Para descansar se posan en los cables eléctricos, cornisas de las casas y raramente en el suelo.
La presencia de nidos de golondrinas en cuadras y establos supone una bendición para los granjeros por la enorme cantidad de moscas que estas magníficas aves consumen.
El hábitat de la golondrina se sitúa en zonas bajas siempre por debajo de los mil metros de altitud, en campos de cultivo y lugares habitados como pueblos, aldeas y granjas.
Las golondrinas llegan desde África, en los meses de febrero y marzo, y crían en casi toda Europa. Después regresan a África en agosto prolongándose hasta noviembre con ejemplares rezagados procedentes del norte de Europa. La mayor concentración de golondrinas se da en septiembre.
La golondrina caza en vuelo insectos en suspensión en el aire o que persigue con habilidosos cambios de altura, en riachuelos y estanques volando a baja altura.
Este tipo de alimento se basa en pequeños insectos como moscas, mosquitos, hormigas voladoras, algunas libélulas, mosquitos de agua y, con menos frecuencia, polillas, mariposas y escarabajos voladores.
Las golondrinas, habituadas a la presencia humana, suelen anidar en cornisas de edificios, cuadras, cobertizos y en el interior de granjas, pero también en puentes y cuevas. Los nidos están hechos de barro y paja, casi siempre se conservan intactos de un año para el otro, pudiendo ser utilizados por las mismas parejas.
La puesta es de 4 a 8 huevos y la incubación dura unos 15 días. La cría de golondrina permanecerá en el nido alimentada por sus padres hasta que pueda alzar el vuelo.