El emú se refiere a todo un género taxonómico de aves cuyas alas no son aptas para el vuelo. En esta entrada compartimos datos relacionados con el emú, tales como: características físicas, reproducción y alimentación.
Emú es el nombre popular que se les da a las aves pertenecientes al género dromaius. La denominación científica de esta ave es: dromaius novaehollandiae. El emú es, después del avestruz (con el que está emparentado) la segunda ave no voladora más grande del planeta.
Se trata de una especie que se encuentra en buena parte del territorio australiano. Antes de la llegada de los europeos a la isla, esta ave solo se encontraba en el extremo oriental, pero ciertos cambios en el ecosistema introducidos por el hombre para propiciar la agricultura intensiva, como los sistemas de riego, hicieron que el ave pudiera expandirse por el resto del territorio.
Aunque el asentamiento de europeos en la zona propició la expansión de la especie por todo el “continente australiano”, también significó la extinción para otras subespecies, en especial aquellas que vivián en las islas de Tasmania, Isla King e Isla Canguro.
En la actualidad pueden encontrarse emúes en aquellas zonas de la isla de Australia que reúnen las condiciones más propicias para la vida como las sabanas y áreas boscosas con una considerable proporción de lluvias anuales.
El emú es un ave cuya apariencia recuerda a la de los avestruces y a otras aves no voladoras. El almirante Arthur Phillip fue el primer occidental en describir estas aves, en una publicación de 1789 Phillip apuntaba que:
Un dato que impresiona a muchos entusiastas de las aves está relacionado con el tamaño que pueden llegar a alcanzar los emúes en la edad adulta, que va desde los ciento cuarenta a los ciento sesenta y cinco centímetros. En esta especie también existe el dimorfismo sexual que se manifiesta en la longitud de los especímenes y en este caso son las hembras los ejemplares de mayor tamaño.
Si bien el emú, en lo referido al tamaño, es la segunda ave más grande del mundo, en el particular del peso ocupa el cuarto o quinto puesto, siendo superada por dos especies de avestruces y dos especies de casuarios. El peso promedio de estas aves es de treinta y un kilos y medio en los machos y de treinta y siente kilos en las hembras, hay ejemplares adultos más pequeños que llegar a pesar solo dieciocho kilogramos.
Una característica muy distintiva de esta ave es el tamaño minúsculo de sus alas, sobre todo si se compara con las dimensiones del resto de su cuerpo. No hay que ser un experto ornitólogo para deducir que, con unas alas tan pequeñas, es imposible que un ave tan grande y pesada alce el vuelo. Algunos entusiastas más curiosos se preguntan cómo un ave tan grande que no vuela ha podido sobrevivir en un entorno salvaje como la sabana australiana. La respuesta a esa pregunta se encuentra en las piernas y las patas del emú.
Los especialistas señalan que las patas del dromaius novaehollandiae compensan la desventaja que supone para el ave no poder volar. Es que el emú cuenta con unas fuertes extremidades inferiores agiles y desarrolladas con las que puede alcanzar velocidades hasta de cuarenta y ocho kilómetros por hora, que si bien no es una cifra espectacular le da cierta ventaja a la hora de escabullirse. También es importante señalar que las patas y las piernas no son las únicas responsables de su velocidad. El emú puede desplazarse con soltura gracias un alto desarrollo de su musculatura pélvica.
Sobre las patas y las piernas de este animal existen varias particularidades:
La clasificación taxonómica del emú nos indica que esta especie australiana:
El nombre científico del emú es dromaius novaehollandiae, este fue acuñado por John Latham a finales del siglo XVIII. El nombre está compuesto por dos voces:
Entonces dromaius novaehollandiae puede ser interpretado como ave corredora de Nueva Holanda.
Estas aves se alimentan de hierbas, plantas, semillas de acacias, nueces de quandong del desierto y de insectos tales como:
Su forma de alimentación se adapta a la disponibilidad de alimento que, en su hábitat está determinada por las estaciones.
Los emúes suelen tragar pequeñas rocas, tal como hacen algunos reptiles, para ayudar a sus estómagos a procesar los alimentos que consumen, que en la mayoría de los casos son de digestión lenta y difícil. Estas aves pueden vivir varios días sin tomar agua, por eso cuando encuentran una fuente de agua beben en grandes cantidades. Un emú adulto puede beber agua hasta por diez minutos continuos.
El ritual de apareamiento de estas aves comienza en el verano, que en el hemisferio sur tiene lugar en los meses de diciembre y enero, en esa época se forman las parejas y se establecen en algún lugar tranquilo en el que permanecerán juntos la hembra y el macho hasta que comienza el invierno. Con la temporada invernal los machos de la especie construyen nidos. Luego, a diferencia de lo que ocurre en otras especies, son las hembras las que se encargan de cortejar a los machos. El cortejo del emú es largo y complejo e incluye cantos por parte de la hembra con el objeto de llamar la atención de algún macho.
Los huevos del emú tienen varias particularidades, la más notable es su color verdoso, que lo distingue de los huevos de otras aves. Además de ser unos huevos de un color curioso también son de gran tamaño. Los huevos del emú pueden llegar a medir hasta trece centímetros de largo por nueve centímetros de ancho.
En esta sección encontrarás algunos datos curiosos sobre esta ave australiana: