Ctenóforos o peines de mar, los fantasmas marinos

Los Ctenóforos o peines de mar son considerados una de las maravillas del mar con una característica única: la transparencia anatómica de sus cuerpos supera a la transparencia del cristal. Mal llamado medusa peine, el peine de mar ha sido confundido por expertos y actualmente por aficionados como medusas, pero estas criaturas marinas pertenecen al filo Ctenophora y no al tipo Cnidaria. Son pequeñas criaturas translúcidas con forma globular que flotan a la deriva por los mares como si de fantasmas marinos se tratara. Durante estos viajes aprovechan el alimento que se cruzan en su camino capturándolo con sus largos apéndices con forma de látigo.

Actualmente hay unas 100 especies reconocidas, pero se estiman más ya que cada año se identifican nuevas formas de vida de las profundidades marinas. Aunque no son muchos los miembros de este grupo, sí que son uno de los más característicos del plancton marino.

La forma de los ctenóforos es ovoidal, a diferencia de las medusas cuya forma es de paraguas hueco que les permite impulsarse para el desplazamiento. El aspecto esférico de estas criaturas marinas les dificulta la locomoción, sumado a la dimensión corporal grande y rellena de gelatina les impide movimientos de flexión para propulsarse por el medio acuoso. Para compensar esta situación la mayoría ctenóforos han adoptado una medida de propulsión muy original, que se ejecuta mediante 8 paletas natatorias que vibran y están situadas a lo largo de su cuerpo. Estas paletas dotan a los ctenóforos de un sistema natatorio muy particular que les permite impulsarse para recorrer distancias en el mar. Estos seres vivos cristalinos se desplazan moviendo sus cilios que son finos pelos que se unen en 8 bandas o hileras a lo largo de su cuerpo y en conjunto forman un peine dinámico muy curioso, de ahí viene el nombre de peines de mar o mal dicho medusa peine. Estas placas o peines se denominan en griego ktenós.

La forma de alimentarse de los ctenóforos es capturando a sus presas con un par tentáculos pegajosos denominados colocitos que se extienden y contraen según las necesidades del tamaño de la presa. Si la presa es pequeña no utilizan los tentáculos alimentarios y se la tragan directamente. La parte cóncava del cuerpo, extremo contrario a la boca, es la que se desplaza hacia delante mientras los peines van haciendo la locomoción.

La boca se inicia en la parte inferior del ctenóforo y se extiende por todo el cuerpo a través de un tubo digestivo.

Reproducción de los ctenóforos

Los ctenóforos son hermafroditas, producen óvulos y espermatozoides, que son expulsados por la boca hacia el medio acuoso donde se produce la fecundación. La cría de ctenóforo, idéntica al adulto pero de tamaño reducido, se desarrolla a partir del zigoto.

Por otra parte, los peines de mar se regeneran parcialmente si presentan daños en su anatomía, aunque no podemos hablar de inmortalidad como es el caso de otros animales marinos, sí de longevidad muy alta.

Otras formas de ctenóforos

La mayoría de los ctenóforos son esféricos sobre todo las especies planctónicas que son las más comunes. Pero existen unas pocas especies con otras formas peculiares:

  • Ctenóforos bentónicos: su forma es aplanada y viven arrastrándose por el fondo marino, como es el caso del ctenóforo Coeloplana mesnili cuya forma es irregular.
  • Ctenóforos planctónicos con forma aplanada, como es el caso del Cinturón de Venus (Cestus veneris) una especie muy grande y transparente. Su forma aplastada permite que las células repartan el oxígeno a todo el cuerpo, ya que carecen de órganos respiratorios.