La collalba gris, Oenanthe oenanthe, es un llamativo pajarito de unos 15 centímetros de longitud, inconfundible en vuelo por tener el obispillo y parte de la cola de color blanco y las alas cortas y redondeadas. El macho, sólo durante la época nupcial y postnupcial, de marzo a julio, presenta una coloración muy vistosa, con las partes superiores gris ceniza, contrastando con el negro de las alas y el blanco anaranjado de sus partes inferiores, más una conspicua máscara negra del pico a la mejilla y cejas blancas. Fuera de esta época es como la hembra, con las partes superiores pardo grisáceas, sin el negro de las mejillas. Los jóvenes son más apagados.
La collalba gris es un pájaro terrestre, que se mueve incansable por el suelo, posándose aquí y allá en piedras, cercas y muros, siempre al descubierto, y siendo a veces muy poco espantadizo. Rara vez se posa en los árboles. Se le suelen encontrar en pequeños grupos, más numerosos en migraciones. Su vuelo es mariposeante, rápido y a baja altura.
Las collalbas realizan larguísimos vuelos migratorios en los que pierden más de la mitad de su peso habitual, por lo que no es de extrañar que muchos mueran en el trayecto.
Oenanthe oenanthe habita siempre en espacios abiertos con poca vegetación, desde praderas áridas a altiplanos de alta montaña por encima de los 2000 metros de altitud, pero también en cultivos, pastizales, laderas rocosas y márgenes de marismas y playas.
La collalba gris se distribuye por casi toda Europa, allí donde encuentra hábitat adecuado, pero no es abundante, siendo mucho más fácil de localizar durante los pasos migratorios. También la encontramos en Asia y zonas norteñas muy frías de: América del Norte, África y Arabia Saudita.
La collalba gris permanece inmóvil sobre las piedras y cuando ve pasar una posible presa se lanzan sobre ella en un corto vuelo acrobático, pero también caza en el suelo. Se alimenta casi exclusivamente de insectos, como pequeños escarabajos, saltamontes, moscas, moscones y hormigas.
Las collalbas grises anidan en el suelo, en oquedades del terreno y grietas de la roca, e incluso en madrigueras de conejo abandonadas. La puesta consta de 5 a 7 huevos y la incubación dura 14 días, tarea en la que se turnan ambos cónyuges. Los pollos de collalba gris son nidícolas y no abandonan el nido hasta pasados 15 días.