En esta entrada compartimos información relacionada con el ciclo de la vida de la rana, así como el desarrollo, evolución y reproducción de los anuros.
Los anfibios son animales que se caracterizan por presentar grandes transformaciones relacionadas con su desarrollo. Estas criaturas, en la mayoría de los casos, inician su ciclo vital en un medio líquido, y, una vez que han reunido las condiciones fisiológicas necesarias (en la mayoría de los casos) salen de su primera morada acuosa y comienzan a vivir en la tierra (cerca de fuentes de agua) o en los árboles.
El ciclo de vida de una rana es un proceso conocido como metamorfosis que comprende cuatro fases en las que su fisionomía se va transformando de forma notable, a continuación, describimos con detalle cada una de las etapas del desarrollo de una rana:
Las ranas y todos los anuros tienen una reproducción ovípara, lo que quiere decir que nacen de huevos. Los huevos de las ranas, después de ser fecundados por el macho, pueden tardar de siete a veinte días antes de eclosionar. El tiempo en el que ocurre la eclosión dependerá en gran medida de:
Los huevos de rana necesitan un entorno óptimo para alcanzar el completo desarrollo, son muy sensibles a los elementos contaminantes. Una sola rana puede llegar a desovar hasta cuatro mil huevos. Casi todas las especies de ranas, una vez desovan los huevos en un lugar que consideran seguro, abandonan a los futuros renacuajos. Aunque también hay otras especies de anuros que han desarrollado hábitos de protección, como ocurre con la rana de celdillas que es capaz de cargar los huevos en su espalda hasta que están listos para eclosionar. La rana marsupial andina es otra especie de anuro que no solo ha desarrollado fuertes conductas protectoras, además su cuerpo ha evolucionado de forma tal que protege a los embriones en una bolsa que se encuentra en su dorso.
Otros anuros incluso son capaces de tragarse, literalmente, a los embriones fertilizados para llevarlos en sus estómagos y luego vomitarlos. Por lo general se cree que es la madre rana la que se encarga de las labores de protección de los huevos, aunque los sapos parteros machos son conocidos por llevar a los embriones en sus piernas hasta que están aptos para eclosionar, algo similar ocurre con los anfibios machos de la especie craugastor que, para conservar la humedad de su cuerpo y mantener unas condiciones idóneas que permitan a los embriones desarrollarse, utilizan su propia orina.
Si bien casi siempre los huevos de rana son descritos como esferas gelatinosas traslúcidas, la verdad es que no todos los huevos de los anuros tienen la misma forma y color. Algunos son transparentes, otros por el contrario, tienen una superficie mate oscura que no permite el paso directo de la luz pero aprovechan y conservan mejor el calor. Durante este periodo las larvas perciben lo que ocurre alrededor del huevo: desde la lluvia hasta los depredadores. Incluso las larvas pueden, como mecanismo de defensa, eclosionar antes de lo previsto para escapar del huevo y evitar ser devoradas.
Los anuros, en su proceso metamórfico, antes de convertirse en ranas desarrolladas son larvas o renacuajos. La fisionomía de estas larvas recuerda a la de los peces:
Suelen encontrarse en las charcas, lagunas, pozos, estanques y riachuelos, aunque ciertas especies de ranas depositan sus huevos en lodazales por lo que también hay renacuajos que se desarrollan en el medio terrestre. Los renacuajos acuáticos podrían ser confundidos con pececillos pues incluso cuentan con branquias visibles.
Aunque la cola es uno de los rasgos más distintivos de las larvas, esta aparece varios días después de la eclosión, lo mismo ocurre con la boca. La gran mayoría de los renacuajos miden unos pocos milímetros, pero se dan casos de algunas larvas de anuros que pueden llegar a medir hasta diez centímetros, son tan grandes que son aprovechadas para el consumo humano. Los renacuajos, de todas las especies (salvo los venenosos) suelen ser muy preciados por los depredadores del entorno: aves, reptiles y algunos mamíferos. Las larvas de las ranas son unas criaturas herbívoras con un apetito tan voraz e insaciable que, en condiciones extremas en las que el alimento escasea, pueden llegar a comerse entre sí. El objetivo de estas criaturas es consumir todo el alimento que puedan para lograr desarrollarse.
Con la metamorfosis la fisionomía de los renacuajos va cambiando:
Con frecuencia, algunos especialistas en biología y en anfibios, señalan que la metamorfosis de las ranas comprenden tres fases. Esta división de la metamorfosis en tres fases, aunque válida, no considera un estadio intermedio entre el renacuajo y la rana adulta: la rana joven.
Una rana joven reúne todas las condiciones necesarias para la vida fuera del medio acuático, a saber:
Pero todavía conserva ciertos rasgos físicos de la etapa anterior: su piel aún no tiene la fuerza propia de la piel de los anuros adultos y conserva, aunque pequeña: la cola. Este apéndice posterior va sufriendo un proceso de destrucción natural conocido como apoptosis.
Las ranas adultas carecen de cola, cuentan con extremidades funcionales ágiles y una piel gruesa. En promedio las ranas llegan al pleno desarrollo a las doce semanas, esto varía de especie a especie: también influyen las condiciones ambientales y la calidad y cantidad de alimento que pueda llegar a consumir la rana joven. Una vez llegada la adultez los anuros pueden vivir hasta doce años.
La reproducción de los anuros es del tipo sexual, aunque ocurre algo curioso y es que los huevos, en lugar de ser fertilizados en el interior del cuerpo de la rana se fertilizan de forma externa. El ritual de apareamiento de las ranas comienza con las llamadas que hacen los machos a través del croar. La unión coital de estas criaturas es conocido como amplexo, este término viene de una voz latina que significa abrazo y describe bastante bien la forma en la que los anuros se aparean.
En los anuros (ranas y sapos) se observa el dimorfismo sexual, lo que permite distinguir a las hembras de los machos, estos últimos son por lo general más pequeños, lo que permite que:
Este proceso puede durar minutos o incluso días y siempre ocurre en el agua.