Busardo ratonero, la excelente águila predadora de ratones

El busardo ratonero (llamado Buteo buteo por los científicos) es un ave europea de la familia Accipitridae. Fue descrito por primera vez en 1758 por el naturalista sueco Carl Linnaeus. En las primeras descripciones el busardo ratonero recibía el nombre científico de Falco buteo. Según los biólogos especialistas en el estudio de la evolución y desarrollo de las distintas especies de aves, el busardo común o ratonero tiene su origen en los busardos americanos. Gracias a los más recientes estudios de ADN se ha determinado que el busardo europeo común está muy emparentado con el halcón de cola roja (Buteo jamaicensis) que es un ave nativa de América de Norte.

Características del Buteo buteo

El busardo común es descrito por los expertos como un ave de presa de tamaño medio, de fuertes rasgos y abundante plumaje. Son fácilmente reconocibles por su cabeza redondeada, su pico delgado y estilizado, las alas largas y la cola corta. El águila ratonera o busardo ratonero suele medir de cuarenta a cincuenta y ocho centímetros. Su envergadura alar va de los ciento nueve a los ciento cuarenta centímetros. El peso es muy variable, los machos pueden pesar de cuatrocientos a mil cien gramos. Existe el dimorfismo sexual en la especie que se manifiesta en el tamaño, las hembras suelen ser de dos a siete por ciento más grandes que los machos. Las hembras de la especie también son más pesadas, las hembra de busardo ratonero pueden pesar de cuatrocientos ochenta a mil trescientos gramos. El color del plumaje de estas aves varía ligeramente en función de la subespecie, la ubicación geográfica y la época del año. La mayoría de los busardos comunes que se encuentran en Europa tienen el plumaje de un color marrón oscuro en la parte superior del cuerpo. Usualmente en la cola tienen un color más oscuro aunque en los especímenes de plumaje claro la cola puede ser casi blanca. El pico del ratonero es de color negro, pero el color se vuelve menos intenso conforme se acerca a la cera (porción de membrana o carnosidad de la parte superior del pico). Las plumas de la zona inferior del cuerpo son las que más variaciones en la pigmentación presentan, aunque casi siempre son de color marrón claro. Las patas de esta ave suelen tener un color marrón o amarillo al igual que las garras, pero estas últimas son tan claras como el plumaje del ave.  

Comportamiento

El busardo ratonero es un ave de presa que pasa la mayor parte del tiempo planeando a distintas alturas o posada en árboles, rocas, montañas, acantilados o en ciertas edificaciones altas como campanarios, antenas, postes y cercados. Aunque también suele posarse en el suelo, en las zonas más pobladas prefiere la seguridad que le ofrecen las alturas, donde permanece inmóvil. Cuando tienen crías suelen mostrarse bastante territoriales y pueden defender el nido y las zonas cercanas. Son capaces de expulsar a cualquier individuo que se acerque a su territorio.

Alimentación

El busardo es un ave depredadora con excelentes habilidades de caza. Es un cazador oportunista que captura distintos tipos de presa según la disponibilidad. Suele cazar animales vertebrados como pequeños mamíferos, aves (desde huevos hasta ejemplares adultos), anfibios, reptiles, ciertos invertebrados (por lo general insectos). Algunos busardos también comen pescado, pero esto no es tan frecuente. Según los biólogos especializados en el estudio de la alimentación de esta ave se han contabilizado trescientas especies que son depredadas por el busardo ratonero. Existe una gran variación con respecto al tamaño de las presas de esta ave pues puede capturar desde hormigas hasta conejos (algunos de los cuales son hasta dos veces más grandes que la propia ave), pasando por pequeños escarabajos y gusanos. El águila ratonera en ocasiones puede mostrar un comportamiento alimenticio del tipo carroñero. También pueden robarles la presa a otras aves rapaces como el halcón.  

Reproducción

La temporada de reproducción de los ratoneros varía en función de la latitud. En todas las subespecies los busardos alcanzan la madurez sexual cuando tienen dos o tres años. Estas aves tienen un comportamiento sexual que puede ser calificado como monógamo porque las parejas permanecen unidas por toda la vida. La copula del busardo europeo ocurre siempre cerca del nido, dura cerca de quince segundos y se repite a lo largo de todo el día. Las hembras pueden poner de uno a seis huevos, aunque por puesta comúnmente se encuentran de uno a cuatro. Los huevos no son puestos el mismo día, por lo general existe un intervalo de un par de días entre huevo. La incubación tiene una duración de treinta y tres a treinta y cinco días. Los polluelos pueden mantenerse en el nido hasta por casi cincuenta días después de la eclosión. Cuando desarrollan la capacidad de vuelo solo permanecen en las ramas cercanas al nido, esta fase suele durar hasta diez semanas. Luego los jóvenes busardos se aventuran y vuelan más lejos de su territorio, pero siempre en compañía de sus padres. Los jóvenes reciben el cuidado de los adultos hasta que pueden defenderse solos y abandonan de forma definitiva el nido para establecerse en un territorio propio. En la mayoría de los casos los jóvenes se establecen en un área próxima, aunque existen excepciones.

Nido

Los busardos ratoneros son conocidos por construir grandes nidos con varas y ramas. Los nidos de estas aves por lo general miden un metro de diámetro por sesenta centímetros de profundidad y tienen la costumbre de reutilizar los nidos cada año, así en lugar de construir una nueva morada lo que hacen es agregarle nuevas ramas a la residencia antigua para reforzarla. La remodelación del nido por lo general hace que el diámetro aumente. Un nido ampliado puede llegar a medir hasta un metro y medio de diámetro. Un detalle curioso sobre el nido de estas aves es el peso. Un nido de busardo ratonero cuenta con tantas ramas secas que pueden llegar a pesar hasta doscientos kilos. Los nidos por lo general suelen encontrarse en árboles, aunque en las zonas donde la arboleda es escaza los busardos construyen sus nidos en acantilados o riscos. Estas aves eligen siempre zonas con mucha vegetación para establecerse, porque eso garantiza una buena cantidad de comida disponible.

Área de concentración y hábitat

Esta ave tiene un rango de concentración bastante amplio. Vive en buena parte del continente europeo, pero pueden encontrarse ejemplares en el noroeste de China, la región occidental de Siberia y la zona noroccidental de Mongolia. Los busardos que habitan más al norte suelen migrar durante el invierno hacia el sur. Algunos ratoneros buscando calidez pueden llegar hasta Suráfrica. El busardo ratonero puede encontrarse como residente o como habitante estacional en:

  • Las Islas Canarias
  • Las Islas Azores
  • Irlanda
  • Gales
  • Escocia
  • Inglaterra
  • Portugal
  • España
  • Grecia
  • Estonia
  • Bielorrusia
  • Ucrania
  • Córcega
  • Cerdeña
  • Sicilia
  • Creta
  • Noruega (especialmente en el sureste)
  • Suecia
  • Finlandia
  • Rusia (la zona europea)
  • Turquía
  • Armenia
  • Irán (cerca del Mar Caspio)
  • China
  • Mongolia
  • India
  • Israel
  • Líbano
  • Siria
  • Egipto (en el noreste)
  • Túnez
  • Marruecos
  • Gambia
  • Senegal
  • Mauritania
  • Sudán
  • Eritrea
  • Etiopía
  • Kenia
  • El Congo
  • Uganda
  • Angola
  • Tanzania
  • Sur África

Las características del hábitat del busardo ratonero pueden variar en función de la latitud. Estas aves suelen preferir las áreas boscosas con una fuerte presencia de árboles que les permitan anidar. Pueden establecerse en bosques, en zonas cercanas a granjas y territorios cultivados. También se encuentran en áreas urbanas con abundante vegetación como parques y jardines.

Estado de conservación

Por años los cazadores humanos persiguieron a los busardos ratoneros porque lo consideraban un competidor que limitaba la cantidad de presas disponibles, eso produjo un descenso significativo en la población de estas aves. En la actualidad no se encuentra en peligro, aunque en ciertas regiones está catalogado como una especie amenazada. Los ecologistas afirman que el busardo es una especie que corre peligro porque se encuentra en hábitats muy frágiles que están sometidos a un deterioro constante.