El aye aye es un animal del orden de los primates que pertenece a la superfamilia de los lémures. En esta entrada te contamos todos los detalles relacionados con el aye aye: características, hábitat, alimentación, estado de conservación.
El lémur aye aye es un primate lemuriforme nativo de Madagascar. Se trata de una criatura de hábitos nocturnos bastante peculiar. Su apariencia y sus hábitos de vida la convierten en una auténtica rareza, eso sin contar que es la única especie de su género. Es el primate nocturno más grande del mundo y tiene una función o especialización ecológica parecida a la de los pájaros carpinteros o aves de la familia Picidae.
El aye-aye es conocido por los científicos en la actualidad como Daubentonia madagascariensis. Esta denominación científica o binomial fue utilizada por primera vez por el naturalista francés Geoffroy Saint-Hilaire, y rinde en parte tributo a su maestro, el también naturalista: Louis-Jean-Marie Daubenton. Aunque el primer nombre que había considerado el francés para esta criatura era: Scolecophagus que es una voz griega que quiere decir: devorador de gusanos. Por su parte el origen del nombre común aye aye no está del todo claro. Algunos atribuyen ese nombre, al francés Pierre Sonnerat. Otros afirman que se trata de una voz nativa y que por tanto no pudo ser acuñada por un europeo. Una hipótesis más reciente al respecto del nombre aye aye dice que este viene de la expresión “heh heh” que en madagascarí (la lengua nativa de Madagascar) quiere decir: no lo sé. La razón por la cual los nativos de Madagascar dicen “no lo sé”, cuando se les pregunta por este extraño lémur, es porque creen que se trata de una criatura con poderes mágicos que no debe ser mencionada.
Este curioso primate pariente de los lémures es un animal cuadrúpedo y como tal se desplaza la mayor parte del tiempo en cuatro patas. Aunque cuenta con unas patas delanteras muy hábiles, por lo que es común observarlo en posiciones más propias de animales bípedos. Una característica muy distintiva del daubentonia madagascariensis es su pelaje oscuro. Ese largo pelaje negro al principio hizo que los naturalistas europeos lo describieran como una ardilla. Los jóvenes tienen un color más claro: un gris que parece plateado, sobre todo en la parte frontal. Los adultos de la especie por su parte cuentan con ese característico color oscuro en todo el cuerpo, con excepción de la zona rostral, donde el pelaje adquiere un color blancuzco que le da una apariencia bastante distintiva al aye aye.
Un aye aye adulto puede llegar a medir cerca de cincuenta y cinco centímetros si se mide desde la cabeza hasta la cola. Las peludas y espesas colas de estos animales pueden llegar a medir hasta quince centímetros, por lo que el cuerpo de un lémur aye aye tiene en promedio unos cuarenta centímetros, si no se cuenta la longitud de la cola. Si bien pueden parecer muy robustos gracias a su pelaje, la verdad es que son animales muy ligeros, un adulto promedio puede pesar dos kilos.
Las extremidades de esta criatura han sido muy estudiadas, concretamente sus extremidades anteriores. En las patas delanteras del aye-aye se encuentran unos dedos que son considerados por muchos estudiosos como: los dedos más fascinantes del reino animal. La razón por la cual algunos estudiosos hacen esa afirmación es porque los dedos de este primate tienen un altísimo nivel de especialización, sobre todo los dedos tres y cuatro. El tercer dedo del aye aye es un apéndice delgado que utiliza para golpear la corteza de los árboles donde busca alimento. El cuarto dedo de su mano, el más largo de todos, es utilizado para sacar larvas de insectos de la corteza de los árboles. Este dedo es descrito como una especie de garfio o anzuelo bastante preciso.
El aye aye cuenta con un agudo sentido de la audición. Gracias a su desarrollado oído el aye aye tiene un sistema de ecolocalización basado en los golpes que da con su tercer dedo sobre los troncos de los árboles. Este sistema de ecolocalización le sirve para ubicar a sus presas. Los científicos han demostrado a través de estudios que un lémur aye aye golpea con su dedo unas ocho veces por segundo. Ese golpe produce un eco que le permite determinar si el tronco hueco que golpea cuenta con larvas o algún tipo de insecto que le sirva de alimento.
Aunque suele ser muy conocido por alimentarse de larvas, gusanos e insectos la verdad es que el aye aye es un omnívoro. Puede alimentarse de frutas, hongos y del néctar de algunas plantas y flores. Estos lémures pasan gran parte de la noche golpeando troncos y excavando en la corteza de los árboles para conseguir alimento. Este hábito ha hecho que los especialistas lo comparen con el pájaro carpintero.
Con frecuencia se suele describir a este lémur como una criatura solitaria aunque estudios recientes sugieren que el aye-aye tiene ciertos rasgos de comportamiento social que no habían sido considerados en otros estudios. Los biólogos estudiosos de la conducta de este primate aseguran que pueden ser unos animales más sociales de lo que tradicionalmente se creía. Esta interacción entre individuos de la especie tiene lugar en las áreas de influencia o territorios. Cada aye aye tiene un área de acción o hábitat específico, los machos tienen una zona que puede abarcar hasta los trescientos kilómetros, mientras que las hembras abarcan zonas menos extensas que apenas llegan a los ochenta kilómetros. Los biólogos explican que estos radios de acción territorial son los que determinan ciertos patrones de comportamiento del lémur aye aye, como la poligamia.
El lémur aye aye vive casi de forma exclusiva en la costa occidental de Madagascar, específicamente en la selva lluviosa. En años recientes se han observado ciertos cambios en el hábitat de este primate, pues ahora también es posible encontrarlos en zonas intervenidas por la agricultura. Este cambio en el patrón del hábitat de este lémur es consecuencia de la deforestación y de la explotación intensiva de los recursos de la selva lluviosa.
Las distintas tribus que habitan en Madagascar han tejido un complejo sistema de creencias e historias que giran en torno al lémur aye aye. Casi todas esas historias y mitos están asociados a la misteriosa apariencia de este primate. Algunas tribus los consideran un animal que presagia desgracias y hasta la muerte. Los aldeanos de algunas zonas del oeste de Madagascar cuentan que aquella persona que sea señalada por el dedo más largo del aye aye morirá en las próximas horas. Algunos nativos incluso cuentan historias donde el aye aye entra a las chozas para asesinar aldeanos por la noche hundiendo su largo dedo en la arteria principal de sus víctimas. Claro que todas esas narraciones son solo mitos y supersticiones de las tribus de la jungla de Madagascar, pues el aye aye no representa ningún peligro para el hombre ni para sus cultivos.
Esta especie de primate se encuentra en peligro de extinción. De hecho, el lémur aye aye fue catalogado como extinto en 1931, pero veintiséis años después se encontraron algunos ejemplares. En la actualidad se estima que existen cerca que dos mil quinientos lémures aye aye. Es una criatura muy amenazada pues su hábitat se destruye cada día. Además muchos nativos lo cazan por superstición y porque creen que el primate puede acabar con sus cultivos, lo cual es falso.