El archibebe, perteneciente al género Tringa, es una bella ave zancuda, una de las más representativas del amplio orden de los limícolos. Existen varias especies de archibebes, son aves de aspecto muy similar, por ejemplo, el archibebe común es de aspecto frágil y esbelto, mide entre 26 y 28 centímetros de longitud, con las patas muy largas y finas, de color rosa intenso o anaranjado, y el pico recto y más corto que en otras especies de su mismo orden, también rojizo. Tiene un plumaje grisparduzco, densamente marcado de manchas oscuras en sus partes superiores, con el pecho también moteado y el vientre blanquecino. Inconfundible en vuelo gracias a la gruesa franja blanca de sus alas y al obispillo de ese mismo color, que contrasta fuertemente con el resto de su plumaje. En invierno se torna más grisáceo y pierde contraste. Los jóvenes son más parduzcos.
El archibebe es un ave inquieta que en tierra no cesa de moverse picoteando aquí y allá en el limo, y que a la mínima molestia alza rápido el vuelo, emitiendo su característico reclamo aflautado, que suena algo así como “Tiu-bo-bo”. Tiene un vuelo veloz, potente rectilíneo y no se vuelve a posar hasta que está seguro de que no corre peligro. Es un buen andador.
El diseño de su plumaje le ayuda a confundirse con el terreno en el que se desenvuelve pasando así inadvertido a sus enemigos.
El archibebe común habita en zonas húmedas en general, sobre todo salinas marismas y pequeños estuarios, pero también en lagunas y en las orillas de cursos fluviales. En invierno es fácil encontrarlo en las costas de varias partes del planeta.
Cría en numerosos puntos repartidos por todas las Costas europeas, sobre todo en las zonas húmedas del sur, marismas del Guadalquivir, y en el centro, más local en el litoral mediterráneo y escaso en el norte y Baleares. Sin embargo, durante el invierno y especialmente en migraciones (costas latinoamericanas), es frecuente en todos los litorales y algunas zonas de tierra adentro.
Se alimenta de diminutos invertebrados que captura en la superficie de las aguas o hurgando en el fango con el pico. Desde insectos, pequeños crustáceos y gusanos hasta algún pececillo y materia prima.
El archibebe anida en pastizales, en depresiones del terreno, que forra cuidadosamente con mucha vegetación. La puesta, que es única, consta de 4 huevos y la incubación se prolonga por espacio de 25 días. Los pollos son nidífugos y al nacer ya aparecen recubiertos de un denso plumón leonado, correteando enseguida alrededor del nido.