El águila real, Aquila chrysaetos, es la más grande y poderosa de las águilas ibéricas que tiene una longitud de entre 70-90 centímetros, una envergadura de entre 130-270 centímetros y un peso variable entre los 3000-6000 gramos, siendo considerablemente mayor la hembra que el macho.
El plumaje del adulto es pardo rojizo muy oscuro, más claro en las partes inferiores. El plumaje del águila real joven presenta unas manchas blancas en las alas y la cola, muy visibles en el vuelo.
El águila real está dotada de unas fuertes garras y pico. Las alas son alargadas y anchas, cono los extremos muy recortados.
Es un ave solitaria, que tiene un vuelo elegante, con aletazos potentes y planeos muy prolongados, en ocasiones a gran altura. Pero cuando localiza una presa, gracias a su potente mirada, se lanza en picado sobre ella a gran velocidad. Por regla general silenciosa, puede emitir a veces fuertes silbidos nasales.
El águila real ha sido cruel e injustamente perseguida por el hombre por considerar que acababa con la caza, y que, muy al contrario, la presencia de esta hermosa rapaz delata el estado de buena salud de una región.
El águila real confinada a zonas montañosas, a veces muy agrestes, con cárcavas donde pueda anidar, pero también en áreas boscosas y monte bajo.
Esta águila se encuentra distribuida por Europa y sobre todo por toda la Península ibérica donde el hábitat es propicio.
La alimentación del águila real se basa en la caza en el suelo de presas que avista desde el aire. La dieta la componen pequeños mamíferos, desde roedores y conejos a presas del tamaño de un zorro y crías de grandes herbívoros.
Es capaz de transportar con sus garras presas de hasta tres kilos de peso. No desprecia aves como córvidos y perdices, lagartos, serpientes y en invierno carroña.
En invierno da comienzo el cortejo nupcial, que consiste en picados, volteos y espectaculares requiebros en el aire. El águila real es un ave monógama que anida en cornisas inaccesibles o sobre lo más alto de los árboles. La puesta consta de 2 huevos y la incubación se prolonga durante 45 días. Los pollitos, nidícolas, cubiertos de plumón blanco y muy voraces, son alimentados por ambos padres y a los 3 meses ya dan los primeros aleteos.