La abubilla, la única especie de la subfamilia Upupinae, es una de las aves más llamativas y exóticas. Denominada científicamente, Upupa epops, y con una longitud que oscila entre los 25 y 30 centímetros y un peso en torno a los 70 gramos, esta bella ave es inconfundible, tanto por su color como por su silueta.
¿Qué es la abubilla? El pájaro abubilla es un ave que tiene el pico muy largo, fino y curvado hacia abajo, la cabeza pequeña, coronada por un vistoso penacho de plumas, con las puntas blanco y negro, redondeada cuando la mantiene abierta. La nuca, pecho, espalda y abdomen presentan una coloración anaranjadiza, que contrasta con las alas y cola, en las que luce un vivo rayado blanco y negro, muy conspicuo en vuelo. Flancos y zona anal blanquecinos;tiene una extremidades poco desarrolladas y cortas, con los pies grandes.
La fama de ave apestante de la abubilla le viene de la secreción fétida que expele la hembra como medida disuasoria ante posibles intrusos en el nido. Aunque también la expulsan las crías a partir del 4 día como ya veremos más adelante.
La abubilla tiene un vuelo también inconfundible, muy ondulada, con un abrir y cerrar alternativo de las alas. De costumbres solitarias, le gusta posarse en lugares despejados, pero para cazar baja al suelo. La cresta la abre cuando está excitada y los machos en celo, cuando cortejan a sus hembras.
Para combatir los parásitos, Upupa epops se revuelca en el suelo dándose un baño de tierra.
Las abubillas emiten en primavera un característico y melódico canto trisílabo, que suena “hu-pu-pú hu-pu-pú” muy penetrante, que le ha valido el nombre en muchos idiomas. De ahí que el nombre científico proviene de este sonido que realiza el macho en época de reproducción.
Esta ave vive en espacios abiertos con árboles, como huertos, maquias y páramos, pero también en bosque claros, parques y jardines, no desdeñando marismas y cultivos.
La abubilla es un ave migradora que, procedente de África, que llega a Europa entrando por la península ibérica desde finales de febrero, encontrándose repartida entonces por todo la península y ambos archipiélagos. En invierno permanece una pequeña población confinada en puntos dispersos del litoral mediterráneo y sur.
Pasa la mayor parte del día en el suelo buscando insectos. La abubilla se alimenta principalmente de insectos y sus larvas, como hormigas y pequeños escarabajos, que captura hurgando con su largo pico en el suelo y la corteza de los árboles. También devora gran cantidad de gusanos y pequeños moluscos.
Las abubillas como tienen una lengua muy corta, inutilizable para utilizarla como cuchara antes de introducirla en su boca. Entonces ¿cómo lo introducen en su boca?
Durante el periodo reproductivo, el macho realiza un baile desplegando la cresta en forma de abanico y se yergue excitándose. Muchas veces se inicia un combate entre 2 machos de abubilla para ver quien se queda con la hembra. Después forman pareja y se preparan para formar el nido que cubren con un liquido con un olor repugnante y maloliente. Este líquido tiene 2 funciones:
La abubilla anida en huecos de los árboles, grietas en los muros e incluso nidos abandonados. Siempre en árboles, pero de zonas secas, nunca húmedas. El nido de abubilla es rellenado de plumas, paja y cubierto de la secreción maloliente, además nunca se eliminan las heces de las crías y progenitores por lo que detectar ese el nido de abubilla no es nada difícil ya que huele ya desde varios metros.
La puesta consta de hasta 8 huevos, la incubación dura entre 20 y 30 días y es realizada sólo por la abubilla hembra.
La hembra de abubilla permanece en el nido sin abandonarlo durante toda la incubación. Durante ese tiempo se alimenta de los insectos que llegan al nido y del macho que alimenta tanto a sus crías como a la hembra. El macho emitir un sonido muy fuerte para alejar del nido a los depredadores.
Los polluelos de Upupa epops son alimentados cada 25 minutos con una ración de gusanos o insectos blandos. Cuando son molestados también emiten sonidos desagradables y pueden expulsar, al igual que sus progenitores, y mediante la glándula uropigio el líquido apestante, que proyectaran sobre el depredador. Cuando las crías ya tienen 15 días ese líquido ya este maduro y alcanza el máximo olor. Los pollos abandonan el nido antes de un mes.